Cómo evitar las intoxicaciones alimentarias en navidades

Mantener la higiene a la hora de cocinar o la comida a una temperatura segura son algunos consejos para disfrutar de estas fechas de una forma saludable.

En las fiestas navideñas, consumimos alimentos que presentan más riesgo de contaminación. Las principales consecuencias de comer alimentos en mal estado de conservación son las intoxicaciones alimentarias, con síntomas como náuseas, vómitos, diarreas, dolor abdominal, pérdida del apetito y debilidad.

Se estima que en Europa causan 3.300 hospitalizaciones y provocan el fallecimiento de alrededor de 20 personas. “La mayoría de los casos de intoxicaciones alimentarias son  en  realidad   toxiinfecciones   alimentarias  provocadas  por   bacterias,   virus   o parásitos. Estas contaminaciones suelen surgir por manipular, preparar conservar inadecuadamente los alimentos que, precisamente, ahora consumimos en mayor cantidad”, advierte la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Para evitarlas, esta entidad recomienda mantener la higiene a la hora de cocinar. Esto pasa por lavarse las manos con agua caliente y jabón antes y después de preparar alimentos y disponer de un espacio limpio y libre de posibles contaminaciones, lo que incluye el congelador y frigorífico. Los alimentos que no necesitan estar refrigerados deben estar almacenados en un lugar seco y fresco, que tenga una buena ventilación, y siempre alejados de la luz solar o de fuentes de calor. La basura, siempre con tapa. Los productos de limpieza, alejados de los alimentos, y los trapos y bayetas hay que lavarlos después de cada uso o ser desechables.

La SEEN también aconseja preparar la cantidad justa de comida, para evitar las sobras, que no se deben mantener más de 48 o 72 horas en el frigorífico, ni tampoco recalentarlas más de una vez.

Por otro lado, hay que limitar el consumo de mariscos y pescados, alimentos muy perecederos. En la medida de lo posible, hay que preparar los alimentos en el momento, para prevenir el riesgo de la proliferación de microorganismos.

Otra recomendación es evitar la llamada ‘contaminación cruzada’, es decir, no usar utensilios que se pueden utilizar indistintamente para cortar productos crudos o cocinados, carnes y pescados a la vez. También hay que mantener los alimentos a temperaturas seguras, siendo la zona de peligro desde los 4 hasta los 65 grados centígrados, ya que en esta banda los microorganismos se multiplican con gran rapidez.

En lo que respecta al pescado, hay que congelarlo a -20 grados centígrados durante, al menos, 72 horas. Se recomienda, además, la ultra congelación, para evitar que los microorganismos se desarrollen, por lo que se mantiene en perfecto estado de conservación y se impide su deterioro, así como el riesgo de persistencia del parásito anisakis, afirman desde la SEEN.

Otro consejo es lavar bien la fruta y la verdura, pues que se reducen las bacterias y es la mejor   manera de reducir los riesgos de enfermedades transmitidas por estos alimentos. También hay que tener cuidado con las conserva y no coger aquellas latas que tengan golpes o estén abombadas o presenten zonas oxidadas, y desechar por completo las que, al abrirlas, desprendan gas.

 

 

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