Identifican marcadores claves para anticipar la evolución cognitiva en párkinson

Técnicas avanzadas basadas en EEG han permitido identificar una serie de anomalías en áreas temporales y parietales tres años antes de que aparezca un trastorno cognitivo.

Un estudio demuestra que “las alteraciones cerebrales relacionadas con las formas más agresivas de deterioro cognitivo en la enfermedad de Parkinson [o párkinson] ya se pueden detectar antes de que se manifieste el trastorno cognitivo”.

Así lo sugiere el trabajo liderado por Javier Pagonabarraga, del Grupo de la Enfermedad de Parkinson del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), y neurólogo de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau. Los resultados de este estudio, impulsado por la Fundación la Marató de TV3, trazan nuevas líneas para anticipar, comprender e intervenir en los trastornos cognitivos relacionados con esta enfermedad.

A diferencia de lo que ocurre en otras patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, no todas las personas con párkinson desarrollan deterioro cognitivo o demencia.

Actualmente, resulta muy difícil anticipar en personas con un reciente diagnóstico de párkinson o sin problemas cognitivos quiénes desarrollarán una demencia. “En muchos casos, cuando el cerebro está enfermando, las pruebas de evaluación neuropsicológica y las técnicas de imagen cerebral no nos permiten ver fenómenos presentes. Al detectar los problemas a nivel clínico, sabemos que ya existe un daño cerebral muy significativo. Por eso, pensando en la posibilidad de intervenir antes de que el daño cerebral sea muy extenso, necesitamos desarrollar técnicas que nos permitan detectar fenómenos que ya están presentes en aquellos casos que experimentarán una forma más agresiva de la enfermedad, pero que todavía no podemos observar ” explica Saül Martínez-Horta, investigador del Grupo de la Enfermedad de Parkinson del IR Sant Pau y neuropsicólogo de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau.

Seguimiento durante cuatro años

En este estudio, que se ha publicado en Annals of Neurology, los investigadores se centraron en pacientes con reciente diagnóstico de párkinson y sin problemas cognitivos y les siguieron durante cuatro años.

Inicialmente, obtuvieron medidas de la actividad cerebral mediante electroencefalograma (EEG), imágenes cerebrales de resonancia magnética (RM) y midieron los niveles de un marcador en sangre relacionado con el daño neuronal conocido como neurofilamento de cadena ligera (NfL); además, cada año se les va a realizar una extensa batería de exploración neuropsicológica para evaluar su estado cognitivo. M.T.T. (SyM)

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