¿Cómo evaluar mejor los daños neurológicos en recién nacidos?
El objetivo es monitorizar la actividad cerebral en ucis pediátricas.
Médicos y científicos del hospital universitario de Sant Joan de Reus (Husjr) y de la Universidad Rovira i Virgili (URV) están desarrollando unos electrodos que se adaptan a las necesidades específicas de los neonatos para detectar daños neurológicos. Su desarrollo colma la necesidad de disponer de electroencefalografías de neonatos en las ucis de hospitales.
“La monitorización encefalográfica es una técnica no invasiva que mide la función cerebral colocando electrodos superficiales en la cabeza. Puede aportar muchísima información y salvar vidas, pero necesita que los electrodos se adhieran bien a la piel durante periodos largos. A los médicos nos costaba confiar en las señales de estas pruebas en bebés porque a menudo, por la mala adherencia e inestabilidad de los electrodos, no registraban correctamente la actividad cerebral”, explica Vicenç Pascual, neurofisiólogo clínico del Husjr, quien buscó ayuda en investigadores de la URV para resolver esta necesidad.
“Nuestro reto era crear un electrodo que resolviera las necesidades específicas de los neonatos, como el tamaño, la curvatura, la sensibilidad de la piel y la seguridad en el recambio del gel electroconductor, pero también mejorar el sistema de colocación de los electrodos en el cuero cabelludo”, añade Albert Fabregat, investigador de la URV. “Desarrollamos dos tecnologías: la primera es el electrodo en sí para neonatos. La segunda es el posicionador que, además, mejora la precisión de cualquier test neurofisiológico. Ambas ya se están investigando clínicamente con prototipos”, añade.
“Los electrodos permiten registros de hasta semanas de duración de la función cerebral del neonato. De este modo se puede diagnosticar y tratar los posibles daños cerebrales de forma temprana”, explica Pascual. Al equipo se ha unido también Ismael Ávila, emprendedor que ayudará a poner en marcha la spin-off y a licenciar las tecnologías, que ya están patentadas. Isabel Troytiño