Hacía una seguridad quirúrgica
OSCAR VIDAL. El objetivo primordial de cualquier actuación médica debería estar dirigida exclusivamente a conseguir la curación de nuestros pacientes con la máxima seguridad. En términos generales, esta seguridad debe incluir varias características. Una cuidada atención al paciente y a sus familiares, en un ambiente de confianza propicio, que a demás, nos proporcione un diagnóstico acertado y nos permita ofrecer un tratamiento adecuado, poco agresivo y eficaz, que permita una rápida recuperación de la actividad habitual del paciente.
Cuando nos referimos a una intervención quirúrgica, esto es sumamente importante porque los actos que se realicen sobre el paciente en el quirófano pueden traducirse en complicaciones, a veces graves. En los últimos años la medicina ha avanzado mucho y la cirugía también. Hoy en día se sabe que cuanto menor sea la agresión quirúrgica, mejor recuperación y menor riesgo de complicaciones.
Desde el punto de vista de un cirujano, para conseguir la máxima seguridad que buscamos disponemos de tecnología que debemos saber integrar en nuestra práctica quirúrgica diaria; un quirófano tecnológicamente avanzado, espacioso, bien diseñado, garantiza que la operación resulte más cómoda y relajada; o los sistemas de sellado-sección vascular, que nos permiten operar con la confianza necesaria para manejar los tejidos con un rendimiento clínico excepcional, son dos ejemplos del abanico de innovaciones de que disponemos. Del adecuado uso de éstos, dependerá directamente la duración de las intervenciones quirúrgicas, la reducción de los efectos indeseables que acompañan a la operación, las complicaciones hemorrágicas y con ello los días de hospitalización.
Debemos ser capaces de ofrecer a nuestros enfermos el mejor tratamiento. Una intervención quirúrgica debe ser un paso más en su curación. Por ello debemos encontrar la manera de reducir la agresión que generamos. Estamos sin duda en el buen camino.
OSCAR VIDAL PÉREZ es Cirujano Endocrino. Hospital Clínic de Barcelona