Estos son los nuevos fármacos e indicaciones para tratar la insuficiencia cardiaca
Es esencial el seguimiento estrecho y precoz post-alta para reducir el riesgo de rehospitalización. El 80% de las enfermedades de origen cardiovascular son prevenibles. La insuficiencia cardíaca es una de las principales enfermedades cardiovasculares.
Nuevos fármacos para tratar la insuficiencia cardiaca (IC) y otros ya conocidos pero con nuevas indicaciones son algunos de los avances destacados para el manejo de esta enfermedad en la reunión internacional organizada por la Unidad de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante Cardíaco del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).
Entre las novedades destaca el tafamidis, disponible ya en España, para la amiloidosis por transtirretina. “Disminuye el depósito de la transtirretina en el corazón, retrasa la progresión de la enfermedad, mejora la supervivencia y la calidad de vida”, explica Marisa Crespo, una de las directoras de la Unidad del Chuac.
Otro fármaco novedoso es el vericiguat, que tiene un mecanismo de acción diferente: “Aumenta el GMPc y puede indicarse en pacientes con insuficiencia cardiaca que, a pesar de tener un tratamiento correcto, están en situación de progresión de la IC, en especial aquellos que han sufrido una hospitalización”.
Los inhibidores SGLT2, dapagliflozina y empagliflozina, se utilizaron en el pasado como antidiabéticos, pero ahora se sabe que tienen un beneficio cardiovascular y también renal.
Actualmente, están indicados en pacientes con IC, tanto en fracción de eyección reducida, levemente reducida como preservada. Junto al efecto glucosúrico, mejoran la supervivencia y la calidad de vida, son bien tolerados y fáciles de tomar. La dosis es única, de 10mg/día.
Precisamente, en la actualización de las guías de insuficiencia cardiaca de la Sociedad Europea de Cardiología, la dapagliflozina o la empagliflozina tienen indicación de grado I nivel de evidencia A para reducir el combinado de muerte u hospitalizaciones por IC.
Pre-alta y seguimiento post-alta
Uno de los aspectos en los que los expertos reunidos en A Coruña han puesto énfasis tiene que ver con las recomendaciones pre-alta y el seguimiento post-alta con el fin de reducir el riesgo de rehospitalización o muerte por esta enfermedad.
Se han revisado los resultados del ensayo clínico Strong-HF, en el que se recomienda una estrategia intensiva de inicio y actualización rápida del tratamiento basado en la evidencia, es decir, en las guías de práctica clínica, antes del alta y durante las visitas de seguimiento: “Estas visitas tienen que ser frecuentes y cuidadosas en las primeras seis semanas tras una hospitalización por IC”, significa la especialista del Chuac.
Otras medida útiles son evitar para evitar que estos pacientes tengan que ser ingresados en el hospital, son la incorporación de la monitorización remota mediante dispositivos implantables, como el sensor inalámbrico de presión pulmonar (dispositivo cardioMEMS) y el empleo de parámetros que puede recoger un DAI o resincronizador.
“De esta manera, elaborar un score de riesgo y, en base a él, priorizar la asistencia a los pacientes con riesgo alto, tratándolos y evitando las hospitalizaciones. Es la estrategia Triage-HF que estamos ya implementando en varios centros de España y Europa”.
Preguntada por las aplicaciones que puede tener la inteligencia artificial en el manejo de la insuficiencia cardiaca, Marisa Crespo comenta que son muchas, especialmente el procesamiento de gran cantidad de datos a más velocidad: “Puede eliminar tareas al médico que consumen tiempo y así poder estar más disponible para el paciente en tareas en las que el médico no se puede reemplazar”. María R. Lagoa