El futuro terapéutico de la psoriasis pasa por ofrecer tratamientos más seguros
Un nuevo fármaco permite controlar la inflamación con menor riesgo de efectos secundarios
Es un medicamento no biológico que actúa inhibiendo la fosfodiesterasa 4 (PDE4)
Sofía Larrucea
Podría decirse que uno de los inconvenientes en el tratamiento de la psoriasis son los efectos secundarios que puede provocar. Si bien los medicamentos inmunosupresores y, especialmente los biológicos, han supuesto una alternativa terapéutica eficaz, en algunas ocasiones podían incentivar la aparición de molestias o incluso de enfermedades en la persona afectada. Algo poco frecuente pero no por ello carente de importancia. De este modo y hasta que no llegue la cura definitiva, parece que el interés de la comunidad científica está focalizado en poder ofrecer tratamientos cada vez más efectivos y seguros. Claro ejemplo de ello es el nuevo medicamento Apremilast. Si bien no puede considerarse más efectivo que muchos otros fármacos (sobre todo los biológicos), sí que es, para Pablo Coto, dermatólogo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), una opción efectiva y apropiada para pacientes con psoriasis moderada-severa. “Este medicamento no solo está demostrando unas altas tasas de efectividad en la mayoría de los casos de pacientes en fase moderada-severa, sino que además consigue disminuir considerablemente el riesgo de sufrir efectos secundarios”, afirma.
Este nuevo medicamento se caracteriza por tener un novedoso mecanismo de acción, pues actúa inhibiendo la fosfodiesterasa 4 (PDE4), una enzima que predomina en las células que intervienen en el proceso inflamatorio y que conduce a la psoriasis y a la artritis psoriásica. Mediante esta inhibición, Apremilast consigue el aumento intracelular de los niveles de adenosin-monofosfato cíclico (AMPc) y modula, de este modo, la expresión de citoquinas inflamatorias que están involucradas en estas dos enfermedades. Según Carlos González, médico adjunto del servicio de reumatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, el esquema del tratamiento de la psoriasis ha cambiado. “Si lo que hacíamos antes era usar un fármaco anti-TNF tras un fallo de medicación como el metotrexato, ahora antes de llegar a esto, se podrá utilizar Apremilast”, explica este reumatólogo. Sin olvidar la ventaja que supone en cuanto a comodidad poder administrarlo por vía oral y no mediante inyecciones, como es el caso de algunos inmunosupresores y biológicos. Una ventaja especialmente recalcable para los niños. Y es que no debe descuidarse que la psoriasis también afecta a los más pequeños, concretamente, un 30% de los pacientes adultos ya padecía esta enfermedad durante la infancia. Aunque este nuevo medicamento no está aprobado para la población infantil, los ensayos clínicos que se están llevando a cabo parecen indicar que no deberemos esperar mucho, o al menos así lo hace intuir Raúl de Lucas, jefe de sección de dermatología pediátrica del Hospital La Paz y uno de los especialistas que están llevando a cabo dicho estudio. “Es un tratamiento que promete, aunque aún falta tiempo para poder aprobarlo en niños”, señala. Parece que Apremilast representa un paso más hacia el futuro de la terapia de la psoriasis que, como Raúl de Lucas explica, pasa por crear fármacos seguros que no provoquen efectos secundarios y que se puedan mantener durante el tiempo. Sin olvidar que uno de los grandes retos será adelantarse a las comorbilidades que provoca esta afección, que no son pocas. “Las investigaciones van encaminadas a poder identificar el tipo de paciente que presentará una psoriasis más severa y que tenga mayor predisposición a desarrollar comorbilidades para poder ofrecer tratamientos preventivos y multidisciplinares”, concluye el dermatólogo de Lucas.