Cuando la causa de la ceguera se llama uveítis
Entre un 10 y un 15% de los casos de ceguera están provocados por la uveítis
Esta enfermedad inflamatoria puede aparecer a cualquier edad y conlleva pérdida de visión
Sofía Larrucea
La uveítis es un trastorno crónico que se produce por la inflamación de la úvea, es decir, una de las membranas que recubre el ojo. Aunque no es una enfermedad muy conocida, se estima que afecta a unas 47.000 personas en España y cada año se diagnostican entre 14 y 17 casos nuevos por cada 10.000 ciudadanos. ¿Lo más peligroso? Si no se trata a tiempo puede generar una importante pérdida de visión e incluso ceguera. De hecho, entre un 10 y un 15% de los casos de ceguera están provocados por esta enfermedad y es una de las principales causas de deterioro visual en adultos. Aunque, como señala Alfredo Adán, presidente de la Sociedad Española de Inflamación Ocular (SEIO), es una dolencia que puede aparecer a cualquier edad.
“De la misma manera a la que vamos al dentista o al médico de cabecera, también deberíamos vigilar nuestra salud visual de forma periódica”
El diagnóstico temprano es crucial para su pronóstico. Por ello, no es de extrañar que Silvia Matrai, paciente de esta enfermedad, insista, a través de la asociación que preside, la Asociación de Pacientes de Uveitis (AUVEA), en la importancia que tiene realizarse controles periódicos de la salud visual y en acudir al especialista ante la aparición de cualquier síntoma. “De la misma manera a la que vamos al dentista o al médico de cabecera, también deberíamos vigilar nuestra salud visual de forma periódica”, afirma. Los síntomas de la uveítis, además, muchas veces pueden pasar desapercibidos debido a que sus apariciones suelen ser esporádicas. Estos varían según el tipo de uveítis que se trate (no hay que olvidar que hay hasta 30 subtipos descritos), pero, tal y como explica el especialista Adán, básicamente se clasifican según la zona del ojo que esté dañada. “Si se trata de una uveítis anterior, el paciente notará de forma brusca una visión borrosa y sentirá dolor ocular con enrojecimiento del ojo, si se trata de una uveítis intermedia, lo más habitual es que la visión del afectado se vea interferida por cuerpos flotantes móviles y, si es una uveítis posterior, el espectro de síntomas es más amplio y pueden ir desde una pérdida grave de visión hasta sufrir una visión deformada o borrosa”, explica.
Las personas que sufren uveítis pueden tener períodos de brotes donde los síntomas se agravan
Las causas son muy variadas pero principalmente se clasifican en dos grandes grupos, en infecciosas y en no infecciosas, y dentro de este último grupo, destacan las que están relacionadas con afecciones del sistema inmune. Las personas que sufren uveítis pueden tener períodos de brotes donde los síntomas se agravan. Para controlarlo, hasta ahora se utilizaban corticoides o inmunosupresores que, además de conllevar efectos secundarios, en muchas ocasiones resultaban ineficaces. Como fue el caso de Silvia Matrai. “Yo no reaccionaba a ningún tipo de tratamiento, hasta que después de cuatro años me introdujeron un tipo de fármaco biológico que empezó a hacerme efecto”, relata. La indicación de adalimumab para el tratamiento de las uveítis no infecciosas y no anteriores ha permitido dar un salto muy importante en su terapia. Y es que a diferencia de los medicamentos convencionales, que actuaban sobre todas las células relacionadas con la inflamación, los biológicos se centran específicamente sobre la proteína anti-TNF. Un mecanismo de acción que consigue personalizar cada vez más los tratamientos y, por tanto, conseguir un mayor control de la enfermedad. Sin olvidar que los nuevos fármacos mejoran la adherencia debido a que la calidad de vida mejora. “Ya no es necesario que se administren la medicación de forma diaria, como sucedía con los tratamientos convencionales, sino que con los fármacos biológicos basta con administrarse el fármaco cada 15 días por vía subcutánea”, concluye el experto Adán.