Cuando el olvido te atrapa
El alzheimer afecta a 8.000 personas en España
Hoy se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta en el mundo a más de 46 millones de personas, 8.000 de ellas en nuestro país. La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que entre un 30 y un 40 % de los casos está aún sin diagnosticar y que en 2050 se duplicarán las cifras actuales debido al aumento de la esperanza de vida en países desarrollados. Los enfermos de Alzheimer pierden la memoria y la identidad propia, hasta el punto de no reconocer la realidad que los envuelve ni a las personas más cercanas. Esta enfermedad suele aparecer a partir de los 60 años, aunque puede hacerlo antes, y generalmente dura entre 7 y 15 años. Hay que destacar que 8 de cada 10 familias asumen el cuidado total del enfermo, lo que supone atención las 24 horas del día y un desembolso económico importante. Muchos de los cuidadores, que generalmente suelen ser mujeres, presentan cuadros de estrés y ansiedad y otras enfermedades asociadas, sobre todo en los estadios finales, puesto que el enfermo es cada vez más dependiente.
Dado que aún no existen tratamientos cien por cien eficaces, el diagnóstico precoz es muy importante para favorecer una menor evolución de la enfermedad. Actualmente las investigaciones en fármacos para el Alzheimer se hacen más en personas con daños cerebrales avanzados, y no tanto en pacientes en fases tempranas para poder ralentizar o incluso frenar los efectos de esta enfermedad.
¿Qué síntomas presenta?
Cuando una persona padece Alzheimer, experimenta cambios en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida progresiva y constante, de una sustancia química llamada Acetilcolina, vital para el funcionamiento del cerebro. Esta sustancia es un neurotransmisor y permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas. Está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento y por ello, los síntomas más frecuentes que presenta esta enfermedad son pérdidas de memoria, dificultades en el lenguaje, desorientación, pérdida de objetos, dificultad para elaborar pensamientos y cambios en el estado de ánimo y la conducta.
¿Por qué aparece?
Las causas de la aparición de esta enfermedad son desconocidas, pero se sabe que intervienen múltiples factores. Algunas características pueden aumentar la probabilidad de sufrir Alzheimer, por ejemplo, ser mujer mayor de 60 años y tener ciertos hábitos tóxicos como el tabaquismo o una dieta hipercalórica. En un 40% de los casos existen antecedentes familiares y también hay un factor genético, ya que se podría asociar con mutaciones de diversas proteínas. Un 1% de los casos están asociados a la herencia familiar.
¿Cómo se detecta?
Las pruebas más empleadas para detectar esta enfermedad son la resonancia magnética y la tomografía por emisión de positrones (conocida por su acrónimo inglés, PET). Además, para detectar si una persona tiene deterioro cognitivo se realiza una prueba de cribado o screening cognitivo, como el Eurotest, la Exploración Neuropsicológica Mínima en Demencias, el Memory Impairment Screen o el Test de los siete minutos. Son tests sencillos y cuya rapidez en realización permiten obtener rápidamente un resultado.
¿Cómo se puede tratar?
La enfermedad de Alzheimer es una patología de evolución lenta. Desde que aparecen los primeros síntomas hasta que se inicia una etapa de mayor gravedad pueden pasar entre 5 y 20 años, dependiendo de la persona. Por el momento no existe ningún tratamiento que revierta el proceso de degeneración que comporta esta enfermedad. Sin embargo, sí se dispone de algunos fármacos que pueden retrasar, en algunas ocasiones, la progresión de la patología, como los anticolinesterásicos o inhibidores de la acetilcolinesterasa, que son fármacos que elevan los niveles de acetilcolina en el cerebro.