Con uno basta
La tasa de embarazo acumulada en fecundación in vitro es prácticamente la misma en transferencias de uno y dos embriones
A.S. Siguiendo un pensamiento lógico, habrá quien crea que a mayor número de embriones transferidos más probabilidades de embarazo. Y ciertamente es así. Sin embargo, también aumenta exponencialmente el riesgo de complicaciones. Una de las consecuencias más importantes es el embarazo múltiple que, entre otras cosas, presenta una mayor tasa de partos pretérmino y bebés de bajo peso. Por ello, desde el 2003 en España la ley limita la transferencia de embriones a un máximo de tres. Ello ha logrado reducir considerablemente los embarazos múltiples, pero aún siguen siendo una tarea pendiente, pues la tasa española se encuentra por encima de la media europea. La tendencia ahora pasa por la transferencia de un solo embrión.
De acuerdo a los registros europeos sobre técnicas de reproducción asistida, en España en el año 2009 la cifra de partos múltiples era del 23,3%, porcentaje superior a la media europea, que se sitúa en un 19,4%. Para intentar reducir este porcentaje, la transferencia de un embrión ha ido en aumento, alcanzando en el año 2011 según registros españoles de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) casi el 18% de los casos, sin embargo, en el 70% se transfieren dos embriones, y solo en casos reducidos se opta por tres. Uno de los objetivos es evitar el embarazo múltiple. Los triples prácticamente los hemos eliminado, pero los gemelares, pese a haberlos reducido, todavía están por encima del 20%, asegura Rosa Tur, jefe del área de endocrinología y adjunto del servicio de reproducción de Salud de la Mujer Dexeus.
En casos de buen pronóstico, es decir, mujeres de menos de 38 años con embriones de buena calidad y que se puedan congelar los embriones sobrantes, debería optarse por un solo embrión según las recomendaciones médicas. En las recomendaciones del número de embriones a transferir, siempre se tiene en cuenta la edad de la mujer, el número de ciclos de fecundación in vitro (FIV) previos realizados y los embriones de los que se dispone. “Con una selección adecuada, en nuestro centro conseguimos transferir un solo embrión en el 30% de los casos “, señala Rosa Tur. En los casos de programas de donación óvulos, más del 60% son mujeres de más de 40 años, sin embargo las donantes siempre son de mujeres de menos de 35 años. Puesto que la tasa de embarazo está en relación a la edad del óvulo, también debería optarse por transferir un solo embrión. “Hay que tener en cuenta que las mujeres que normalmente reciben óvulos suelen ser de edad avanzada, y ésta por sí sola ya comporta mayores riesgos durante el embarazo y en el recién nacido, especialmente si se trata de embarazos gemelares, añade. Pero la decisión siempre se valora entre la paciente y el profesional de manera conjunta.
El parto pretérmino, o prematuro, es una de las posibles complicaciones. Representa un importante riesgo de morbimortalidad perinatal. Cada año nacen 30.000 bebés prematuros en España, unas cifras que van en aumento. En Cataluña representan 7,3 de cada 100 nacimientos. El riesgo de bajo peso al nacer es de 10 a 12 veces superior en embarazos triples y de 5 a 7 en los gemelares. “El bajo peso puede conllevar repercusiones a muchos niveles. Los bebés prematuros nacen con una inmadurez en sus órganos y sistemas que los hace más vulnerables a las enfermedades y a los agentes externos”, recuerda esta especialista. Tienen un riesgo mayor de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas, hemorragias intracraneales, retinopatías o sépsias neonatales, entre otras complicaciones. Además, el parto prematuro representa la atención sanitaria de mayor coste.
No conseguir el embarazo es uno de los miedos de las mujeres. Sin embargo, según los datos presentados por Dexeus, la tasa de embarazo acumulada (ciclo de FIV en fresco más ciclos con embriones congelados) es prácticamente la misma en transferencias de uno y dos embriones. Rosa Tur insiste en que es esencial ofrecer la información necesaria a la paciente. Quizás se haya tardado más y se necesiten dos ciclos, pero al final el embarazo se consigue y con menor riesgo de complicaciones, recuerda. Los avances en las técnicas, a través de la selección de los embriones que presentan mejores condiciones, han permitido que el éxito haya aumentado en los últimos años. En ciclo de fecundación in vitro la tasa de embarazo con dos embriones es del 59% frente al 46,6% con un solo embrión.
Pero lo importante es la tasa acumulada de niño nacido vivo, es decir, teniendo en cuenta todos los ciclos, que al cabo de los meses prácticamente se iguala y representa un 52,7% para un embrión y 55% para dos. Es lógico que la mujer quiera quedarse embarazada, pero no a cualquier precio, se deben valorar las posibles complicaciones. Lo importante es conseguir un buen embarazo para la mujer y finalmente un niño nacido vivo y sano, concluye Tur.