¿Cómo prevenir mejor las infecciones en espacios cerrados?
Un filtro de aire inactiva virus para que dejen de ser patógenos.
Científicos del Instituto de Catálisis y Petroleoquímica y del Centro de Biología Molecular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han desarrollado un sistema de purificación del aire interior que deja pasar microbios y virus patógenos, no sin antes neutralizarlos y hacerlos inofensivos. “Nuestra idea es mejorar la calidad del aire interior, salvando los inconvenientes que ocasiona el filtrado del aire”, declara Miguel Ángel Bañares, líder del proyecto.
“Para retirar virus y bacterias infecciosas en espacios interiores, lo que hoy se está haciendo es pasar el aire por filtros que los atrapan junto a partículas y polvo. Aunque estos filtros son muy eficaces, plantean varios problemas. Se tienen que tirar, exponiéndonos a un problema de seguridad al retirarlos y de impacto medioambiental”, explica.
Junto a su equipo, Bañares ha propuesto una alternativa que consiste en usar un filtro que en lugar de impedir que las bacterias y virus permanezcan en el aire, los trata para que dejen de ser patógenos. “El filtro que hemos desarrollado inactiva esos patógenos mediante una reacción química”, explica el científico. “En la superficie del filtro hay partes reactivas, llamadas catalizadores, que dañan las proteínas del exterior de estos virus y bacterias, que son las que emplean para infectarnos. Al entrar en contacto con el filtro, los virus y las bacterias pierden esa capacidad infecciosa; así que se liberarán al interior de la sala como si se tratase de otros microorganismos con los que convivimos, pero que no son patógenos”, detalla.
Los catalizadores de los filtros del equipo de Bañares inactivarían no solo los virus de la covid, sino también los de la gripe. “Actualmente, estamos haciendo pruebas con generadores de aerosoles en laboratorio. Después pasaremos a hacer pruebas en un recinto del tamaño de un trastero, y nuestra idea es probarlo, una vez demostrado que es eficaz y seguro, en salas de los hospitales universitarios La Paz y Severo Ochoa, en Madrid”, informa el investigador. Isabel Troytiño