Cardioprotect impulsa la prevención cardiovascular
La iniciativa pretende detectar factores de riesgo en personas que lo desconocen y diseñar un plan de acción individualizado
Cèlia Querol. A pesar de que España es la cuna de la dieta mediterránea, las enfermedades cardiovasculares siguen siendo un problema de salud pública prioritario en nuestro país, representando la principal causa de muerte. Las cardiopatías isquémicas, las enfermedades coronarias (infartos y anginas) y cerebro vasculares (como el ictus) y las vasculopatías periféricas son las patologías que provocan mayor número de hospitalizaciones y representan el segundo motivo de consulta en la atención primaria. Por ello, el pasado 2013 se puso en marcha el proyecto Cardioprotect para la prevención de enfermedades cardiovasculares. El objetivo de esta iniciativa es detectar un posible riesgo cardiovascular (RCV) en personas que lo desconocen y, en cada caso, llevar a cabo pautas de actuación concretas. Para ello, desde las oficinas de farmacia se les ofrece la posibilidad de conocer su RCV y un posterior seguimiento. Se basa en un programa de cinco visitas a lo largo de seis meses aproximadamente, que variará en función de cada paciente.
El RCV determina la probabilidad de sufrir un episodio cardiovascular en los próximos diez años. Para su cálculo intervienen factores modificables (hipertensión arterial, dislipemia, hábito tabáquico) y no modificables (edad y género). Una de las prioridades para la prevención de las enfermedades cardiovasculares se centra en actuar sobre la población asintomática que tenga un RCV elevado (?5%) debido a la presencia de múltiples factores de riesgo cardiovascular. La intervención desde la farmacia, al ser el primer escalón de la atención sanitaria, puede suponer una mejora en la detección del riesgo cardiovascular y en el seguimiento de pacientes ya diagnosticados. El farmacéutico es una persona cercana al enfermo que con frecuencia establece una relación, por eso puede ser una importante ayuda en la concienciación de la población sobre los beneficios de tener una buena salud cardiovascular, señala el cardiólogo Ramon Brugada.
En la primera toma de contacto, se realiza una entrevista inicial con la persona donde se le miden los principales parámetros biológicos, se le realiza un cuestionario sobre hábitos dietéticos y ejercicio físico, se registran los posibles antecedentes familiares y se anota la autopercepción de salud del paciente. A partir de la información que obtenemos en esta primera visita, elaboramos un informe sobre el riesgo cardiovascular de la persona y, en base al resultado, se plantea un plan de acción con objetivos concretos y se le dan una serie de consejos dietéticos y de ejercicio físico, apunta Ramon Brugada.
Si el riesgo es bajo o moderado se ofrece al paciente entrar en el programa de seguimiento y si es elevado se le deriva directamente al médico. Es imprescindible que la persona muestre un compromiso con los objetivos que se fijan en el programa. Desde la farmacia se le ayudará todo lo posible para corregir los hábitos no saludables con un seguimiento continuado, pero debe ser el afectado quien se conciencie de la importancia de cambiar para hacer que el riesgo cardiovascular baje, afirma Antoni Torres, presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña. Cada dos meses se realizarán visitas de control, refuerzo y apoyo de los consejos mediante técnicas de entrevista motivacional.
Esta iniciativa nace de una colaboración entre la Asociación Barcelona Salud, la Fundació Brugada, la Asociación de Farmacias de Barcelona, Alphega Farmacia y Consultfarma. Desde el pasado mes de septiembre se puso en marcha la primera fase piloto en más de 20 farmacias de la capital catalana y se espera que en un futuro Cardioprotect llegue a más oficinas.
La declaración de Luxemburgo del 29 de junio del 2005 define las características necesarias para mantener una correcta salud cardiovascular. No fumar, practicar actividad física diaria (mínimo 30 minutos al día), seguir una alimentación saludable, evitar el sobrepeso, mantener la tensión arterial por debajo de 140/90 mmHg y los niveles de colesterol total por debajo del los 200 mg/dl, son las siete pautas básicas que toda persona debería seguir. Sin embargo, se estima que entre 6 y 8 millones de españoles de entre 35 y 64 años tienen unos valores de colesterol y tensión arterial por encima de lo recomendado.