300.000 personas padecen en España enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
Su incidencia se ha duplicado en las últimas décadas entre menores de 10 años.
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que engloba la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, es una de la enfermedades mediadas por una respuesta inmune que más carga supone para la sociedad, porque es muy invalidante y afecta a personas muy jóvenes, en edad productiva (se diagnostica con mayor frecuencia antes de los 30 años), lo que supone un importante impacto social, laboral y económico.
Se calcula que en España unas 300.000 personas padecen EII, y sin diferencias significativas entre la prevalencia de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Afecta por igual a hombres y mujeres, es más común en los países desarrollados y su incidencia se ha duplicado en las últimas décadas entre niños menores de 10 años.
Ambas patologías se caracterizan por ser enfermedades del intestino, inmunomediadas, inflamatorias y crónicas, que evolucionan en brotes y periodos de remisión y que alteran la capacidad del organismo para digerir alimentos y absorber los nutrientes. Ninguna de las dos tiene cura y se desconoce su origen. El tratamiento farmacológico supone un gran avance contra las EII
En este contexto, disponer de un tratamiento farmacológico adecuado para la EII supone un gran avance para pacientes y familiares, para los especialistas que la tratan y para los sistemas sanitarios, y constituye el principal reto para las compañías farmacéuticas que trabajan en este campo.
La llegada de los medicamentos biológicos hace ya dos décadas supuso un antes y un después para la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, permitiendo que muchos de estos pacientes pudieran disfrutar de “una vida digna: sin dolor, sin las molestias de tener que encontrar un baño en cuestión de segundos y sin sufrir las complicaciones que nos producía el uso continuado de corticoides, lo que nos ha abierto las puertas al desarrollo personal, social y laboral.
“Esto habla mucho del valor de las alternativas terapéuticas que tenemos actualmente disponibles”, valora Roberto Saldaña, director gerente de la Confederación de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU España), en el Día Europeo de ambas patologías, que además celebran este mes de mayo su Día Mundial.
Consolidada la eficacia de estas terapias, las compañías farmacéuticas continúan investigando hoy para encontrar nuevas opciones que supongan un abanico aún mayor para los profesionales sanitarios que atienden estas enfermedades y para los pacientes que las sufren. A los primeros anticuerpos monoclonales, recientemente se han unido otros que han hecho grandes aportaciones al arsenal terapéutico, como los bloqueadores de la interleuquina 12-23 o los inhibidores de las JAK quinasas, y se espera una importante revolución con el uso de células madre.
En España, el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC), liderado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), contabiliza más de 60 ensayos para alguna enfermedad inflamatoria intestinal.
La investigación significa ilusión
Los avances diagnósticos (tecnologías endoscópicas) y terapéuticos (con la cirugía poco invasiva) se han sumado a la revolución en los tratamientos farmacológicos para hacer frente a estas enfermedades. “La investigación significa para los pacientes ilusión. Las personas afectadas por Crohn y colitis ulcerosa aún tenemos necesidades que cubrir en diferentes esferas de nuestra vida. Algunas bastante serias y dramáticas. Y sabemos perfectamente que solucionarlas sólo será posible con el avance que nos proporciona continuar investigando”, apunta Roberto Saldaña.
La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) ha recordado en numerosas ocasiones que estos pacientes requieren un tratamiento individualizado, en el que muchas veces es necesario probar con distintos medicamentos hasta dar con el más efectivo para cada paciente, así como empezar cuanto antes con los tratamientos para paliar el daño acumulado que se produce en el intestino.
En este sentido, a finales del año pasado se publicaba una encuesta del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Geteccu), impulsado por la SEPD, que ponía de manifiesto que la tasa de no adherencia a los tratamientos en EII está en torno al 50 por ciento, lo que empeora los resultados de la terapia, la morbilidad y el coste.