Las ucis lanzan un SOS
Siete comunidades tienen una ocupación de críticos superior al 50% y tres, entre el 60% y el 70%
La situación epidemiológica en España mejora en general, entendiendo como tal que el incremento de los nuevos contagios comienza a estabilizarse e incluso a aminorar. Pero, como ya se sabía, la alarma se desplaza ahora a los hospitales y, especialmente, a las ucis, muchas de ellas en situaciones muy críticas, al borde del colapso.
Según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, casi la mitad de las camas de las unidades de críticos (45%) ya están ocupadas por enfermos covid, lo que significa que en numerosos hospitales ya no quedan camas disponibles y han tenido que habilitar todo tipo de habítaculos como ucis temporales y trasladar pacientes de un hospital a otro, en función de la capacidad disponible. En este momento, siete comunidades presentan una ocupación de más del 50% y tres de ellas, por encima del 60% y del 70% (Melilla, Valencia y La Rioja). Los profesionales sanitarios no dan abasto, lo que impide una adecuada atención a los pacientes. Unas ucis saturadas son sinónimo de un incremento de la mortalidad. Desde el vienes han muerto en España solo por la covid 762 personas; más de 1.530 en los últimos siete días. La letalidad se ha incrementado ligeramente, del 0,9 al 1,5%.
Es el caso de Andalucía, con 4.500 pacientes covid ingresados, de los que 654 se encuentran en las ucis (casi el 39% del total de camas de críticos). Ayer mismo, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, inauguraba el nuevo hospital de Emergencia Covid-19, operativo para atender a pacientes con esta patología tras las obras que han permitido recuperar el antiguo hospital Militar Vigil de Quiñones de Sevilla. El hospital abre con 144 camas de hospitalización en tres plantas, 25 unidades de Cuidados Intensivos. En Granada, la situación es angustiosa, tal y como reconocen los médicos intensivistas. Tanto que el hospital Virgen de las Nieves ha tenido que habilitar la capilla del centro como uci (catorce puestos que disponen de todo el equipamiento necesario de ventilación y monitorización), mientras que el Clínico San Cecilio (PTS) ha trasladado su hospital de día quirúrgico a la cafetería de la primera planta. Con ello, se ha logrado incrementar en una treintena el número de camas de hospitalización, que podrán ser ocupadas, en función de las necesidades, por pacientes con o sin coronavirus, informan desde este centro hospitalario.
La situación en Galicia también es alarmante. En este momento ya hay 50 pacientes más en las ucis (228) que en la primera ola mientras que en Aragón sigue aumentado la ocupación en la unida de críticos. Tanto, que el hospital Obispo Polanco de Teruel ha decidido suspender ya la actividad quirúrgica para asegurar la disponibilidad de las ucis y de personal sanitario. En Castilla y León la situación también es desesperada, con el hospital Río Ortega, de Valladolid, con todas las camas ucis ocupadas y los fallecimientos en los hospitales que no cesan de crecer. Solo el domingo se registraron diez fallecimientos en el complejo asistencial de Salamanca, ocho perecieron en los centros de Valladolid y siete, en los de León. Cinco óbitos más en Palencia; cuatro más en Zamora y tres en Soria y Ávila, además de dos tanto en Burgos como en Segovia.
En La Rioja, con el 71% de las camas ucis ocupadas para enfermos covid, decidió el pasado viernes ocupar para los pacientes críticos seis quirófanos generales del hospital San Pedro (Logroño), la mitad de los que dispone. Esto ha obligado a posponer todas las cirugías, salvo las de carácter urgente u oncológico. El perfil del ingresado en la uci es una persona mayor, con una estancia media entorno a los 11 días, y la mortalidad alcanza el 20%.
La situación en Madrid también es complicada, con más del 52% de las camas ocupadas. En este sentido, el vicepresidente de la Asociación de Medicina Intensiva de la Comunidad de Madrid, Daniel Ballesteros, señaló que las ucis están “muy sobrecargadas y con sus recursos a punto de llegar al límite”. Por ello, cree que un confinamiento domiciliario es el instrumento para frenar el avance del virus, sea o no impuesto “por parte de los gobernantes”. “La población sabe de sobra lo que debe hacer, no tenemos que esperar a que nos obliguen a hacer las cosas”.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, valoró positivamente la evolución de la pandemia, y pidió un esfuerzo más para reducir los casos de manera rápida para evitar el colapso hospitalario. En este sentido pidió a la población que, pese a la fatiga generalizada, se sigan las medidas. La incidencia a día de hoy sigue siendo muy alta (865 casos por 100.000 habitantes). Simón quiso dejar claro que o se reduce la incidencia a menos de 150 casos por 100.000 habitantes o será muy poco probable en Semana Santa la movilidad dentro del territorio nacional, como había indicado la ministra de Turismo, Reyes Maroto. Celeste López