“En España la industria es el principal dinamizador de la investigación biomédica”. René Saito, director médico de Boehringer Ingelheim
René Saito, director médico de Boehringer Ingelheim
Aunque la compañía colabora en la investigación frente al coronavirus, el director médico de la multinacional afirma que el foco de su estrategia de I+D se mantiene. Boehringer Ingelheim invierte más del 18,2% de sus ventas netas en I+D, lo que supone globalmente unos 3.500 millones de euros, con el objetivo de cubrir necesidades médicas no cubiertas para enfermedades como las cardiometabólicas, el cáncer o las respiratorias. En España tiene en marcha 46 ensayos clínicos, de los que el 63% son en fase I y fase II. René Saito, director gerente de la Dirección Médica y de I+D de la multinacional alemana, confía en que la crisis del coronavirus no se deje notar en los plazos previstos por la compañía para el desarrollo clínico de sus medicamentos.
Saito, licenciado en Medicina por la Universidad de Sao Paulo en Brasil, acumula más de veinte años de trayectoria en la compañía en donde ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad en América, Asia y Europa. Entre otros ha sido responsable de la extinta Unidad de Virología y, pese a que un virus ha parado el mundo, confirma que la multinacional alemana no planea reintroducirse en esta área.
En “la visión a largo plazo” de la compañía están otras áreas, como las enfermedades cardiometabólicas, respiratorias, la oncología, la inmunología, el sistema nervioso central y las enfermedades de retina. Pero, aunque la multinacional vaya a continuar focalizada en sus áreas estratégicas, también tiene proyectos de investigación frente a la covid-19.
Acaba de anunciar el inicio de la fase II de un nuevo compuesto oral, BI 764198, un inhibidor de TRPC6 que la compañía cree que puede ser eficaz para aliviar el daño pulmonar y reducir las complicaciones respiratorias agudas en pacientes hospitalizados. Desde la compañía informan que, de cumplirse los objetivos de su plan de desarrollo acelerado, podría llegar al mercado a comienzos de 2022.
Además, ha puesto a disposición de la investigación frente al SARS-CoV-2 su biblioteca de moléculas entre las que hay antivirales y colabora en un consorcio de investigación europeo de colaboración público-privada para la búsqueda de tratamientos. En un momento como el actual, Saito lanza un mensaje de la importancia de la unidad en la suma de esfuerzos contra la pandemia.
PREGUNTA. ¿Cómo se enfrenta la compañía a una segunda ola en el desarrollo de ensayos clínicos?
RESPUESTA. Aprendimos mucho con la primera ola y nos va a ayudar a afrontar una segunda. Sobre todo, nos ayudó a montar una estructura de contingencia que fue fundamental para garantizar que los pacientes que estaban en investigación siguieran recibiendo las moléculas con total seguridad. Esa fue y es nuestra principal preocupación.
- ¿Cómo resolvieron esta cuestión?
R. Tuvimos un problema de distribución; no había transporte aéreo ni tampoco circulaban los camiones. Aunque los camiones con material sanitario y farmacéutico sí podían circular tuvimos que establecer una logística para asegurar el suministro, porque el circuito de distribución de moléculas no es el mismo para los ensayos que si el medicamento ya está disponible. Este trabajo fue fundamental para garantizar que los pacientes en los ensayos clínicos siguieran con su tratamiento. - ¿La monitorización remota de los ensayos ha llegado para quedarse?
R. En un entorno tan regulado el no poder hacer las visitas presenciales ha sido todo un aprendizaje. En estos momentos la monitorización remota se mantiene según el centro, la situación con respecto al coronavirus y el tipo de estudios, porque hay algunos que permiten espaciar más las visitas que otros, pero es algo que cambia a cada momento. - ¿Creen que todas estas circunstancias se van a dejar notar en el lanzamiento de fármacos por parte de Boehringer Ingelheim?
R. A día de hoy no creemos que vaya a haber un impacto, aunque a final de año veremos el efecto de la pandemia. - Frente al coronavirus tienen un compuesto a punto de iniciar la fase II y participan en el programa Care de la Unión Europea de colaboración público-privada para la búsqueda de tratamientos contra el coronavirus. ¿En que están trabajando en estos momentos?
R.Somos 37 los socios que participamos en este consorcio que surge de la Iniciativa de Medicamentos Innovadores de la UE. Boehringer Ingelheim lidera un grupo de trabajo focalizado en el desarrollo de anticuerpos neutralizantes contra el virus. Pero también se van a explorar otras posibilidades. En nuestro caso hemos facilitado a los investigadores nuestra biblioteca de moléculas. - ¿Qué pasó con la Unidad de Virología de Boehringer Ingelheim? ¿Planean recuperarla?
R. Tenemos una visión a largo plazo y nuestras áreas terapéuticas son otras, entre las que no contemplamos la virología. Pero dentro de esta biblioteca tenemos moléculas de la etapa de la unidad de virología que ahora están disponibles para los investigadores. - ¿Cuáles son estas áreas estratégicas para la compañía?
R. Las enfermedades cardiometabólicas, respiratorias, la oncología, la inmunología, el sistema nervioso central y ahora nos vamos a adentrar en enfermedades de retina. - ¿Qué otras actividades del departamento médico y la compañía se están viendo más afectadas por la pandemia?
R. Las principales limitaciones son en el contacto cara a cara. En el caso del departamento médico, la monitorización de los ensayos clínico es uno de los ejemplos, pero también ha habido una transformación digital en la formación y la celebración de eventos, que no se han podido hacer de forma física. - ¿Qué cambios en la organización del trabajo se han visto afectados por la crisis sanitaria?
R. El confinamiento trajo el teletrabajo a la fuerza, pero hay áreas dentro del Departamento Médico que permiten mejor esta forma de trabajar que otras. Otras, en las que es más necesario el trabajo en equipo, se combina de forma equilibrada el teletrabajo con el trabajo presencial. Por otra parte, aquí ya teníamos una política de horario flexible y cada área puede aumentar el teletrabajo conforme a sus necesidades. - ¿Qué implica para una empresa como la suya que haya trabajadores considerados esenciales?
R. Somos una industria esencial y tenemos colaboradores considerados esenciales para garantizar el suministro de los medicamentos para que sí o sí sea una realidad. En los trabajadores de la planta implica el cumplimiento de todas las normativas vigentes aplicables, a nivel local, autonómico y nacional. Pero aplicamos las mismas reglas para proteger de forma homogénea a los colaboradores que no están dentro de esta categoría considerada esencial.
“En España la industria es el principal dinamizador de la investigación biomédica”
- ¿Cómo cree que va a salir la compañía de la crisis del coronavirus?
R. La pandemia ha tenido un impacto estructural y organizativo y me siento satisfecho porque hemos sido capaces de introducir cambios en los cambios procesos de forma muy ágil. Pero nuestra visión estratégica a largo plazo no va a cambiar. Boehringer Ingelheim es una empresa familiar y tiene una idea muy clara donde quiere estar, dentro de la atención a los pacientes con necesidades médicas no cubiertas. - En el caso de la industria, ¿cómo le va a afectar la pandemia?
R. Hay que recordar que la innovación es la razón de ser Boehringer Ingelheim en particular y la industria farmacéutica en general. Y que en España somos el principal dinamizador del tejido investigador del país, tanto público como privado. En España la industria invierte de forma global 1.150 millones de euros en I+D al año. En este momento necesitamos estar cohesionados para mejorar cómo gestionamos y afrontamos los retos que tenemos delante y aprendemos las lecciones que nos está dejando la pandemia. Naiara Brocal para DM