Los síntomas de infarto pueden aparecer lentamente
El riesgo es no conocerlos
Cuando las señales típicas de un infarto (sudoración, presión en el pecho, dolor que irradia a un brazo, al cuello, a la mandíbula o al hombro…) aparecen lenta y gradualmente, pueden confundirse con un malestar puntual.
En ese caso, los pacientes tardan mucho más en acudir a Urgencias y eso complica el inicio del tratamiento y, por lo tanto, la recuperación.
Unas 8 horas tardan en pedir ayuda las personas con ese ataque llamado progresivo, mientras que aquellas con síntomas repentinos e intensos suelen recibir atención en menos de 3 horas, según el European Journal of Cardiovascular Nursing.
Para reducir el riesgo de sufrir daños permanentes en el músculo cardiaco, la American Heart Association recomienda que la persona que sufre un infarto reciba atención en menos de 2 horas. Por eso, ante la mínima sospecha, consulta. Aunque luego sea una falsa alarma, más vale no perder tiempo. M.T.TOUS