El seguimiento de la enfermedad renal, más rápido y cercano

Una gota de sangre es suficiente para medir la creatinina, uno de los marcadores clave en esta patología

Más de un 10% de la población adulta padece alguna enfermedad renal, una patología que ha crecido casi un 30% en la última década y que además está infradiagnosticada, por lo que muchos pacientes no siguen un control y no reciben tratamiento. Esto influye en que el impacto de la enfermedad renal se traduzca en importantes costes económicos, y muestra de ello es que representa el 3% del gasto sanitario.

Los pacientes que padecen esta enfermedad necesitan un control y seguimiento continuado de ciertos valores analíticos, siendo la creatinina el marcador más importante que permite conocer el estado del riñón y la fase en la que se encuentra la enfermedad.

Una iniciativa española contribuirá a mejorar el diagnóstico de esta patología y a realizar un seguimiento de los pacientes. Se trata de un dispositivo pionero creado por la compañía asturiana Healthsens que realiza el análisis en el momento y junto al paciente, sin necesidad de llevar una muestra a un laboratorio.

Mediante un aparato similar a los glucómetros que ya se usan para controlar la diabetes, con una gota de sangre es suficiente para medir la creatinina, uno de los marcadores clave en esta patología, junto con la glucosa y el colesterol. El control de este índice en la consulta o en el domicilio ayudará, por un lado, a anticipar el fallo renal y, por otro, a hacer un seguimiento de cualquier patología relacionada con los riñones.

La detección precoz de niveles de creatinina fuera de los rangos de normalidad permite un diagnóstico precoz de la enfermedad renal y, en consecuencia, un mejor control de la misma retrasando de modo muy relevante su evolución y aumentando las posibilidades de supervivencia.

A través de los datos obtenidos, el médico puede anticipar un fallo renal y tomar medidas para retrasar al máximo una posible diálisis o un trasplante de riñón, así como hacer el seguimiento de cualquier patología capaz de afectar a este órgano.

No solo los pacientes con una enfermedad renal ya conocida pueden beneficiarse de este nuevo dispositivo, sino que existen muchas otras enfermedades multisistémicas y hereditarias en las que el riñón resulta afectado sin mostrar en un primer momento síntomas, que también podrían ser candidatos para su uso. Así, pacientes con enfermedades como la diabetes, el lupus y otras patologías autoinmunes, poliquistosis, cálculos renales, insuficiencia cardíaca, infecciones, acromegalia, amiloidosis, etc. pueden detectar precozmente el momento el deterioro de sus riñones, permitiendo así la instauración de un tratamiento temprano que conseguiría una evolución más lenta hacia el fallo renal y hacia la necesidad de un tratamiento renal sustitutivo.

 

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