La mitad de las personas que sufren problemas de tiroides lo desconoce
Los síntomas de esta enfermedad suelen ser inespecíficos y se atribuyen erróneamente a otras causas
Las mujeres son mucho más vulnerables que los hombres a padecer afecciones de tiroides
Sofía Larrucea
Según la Federación Internacional de Tiroides (TFI, por sus siglas en inglés) alrededor de 300.000.000 de personas en el mundo padecen problemas de tiroides, siendo el hipotiroidismo la enfermedad tiroidea más común. Un dato preocupante pero que lo es aún más al saber que, en algunos países (sobre todo occidentales) casi la mitad de las personas afectadas no saben que padecen problemas de tiroides. ¿Por qué? Tal y como explica Sergio Donnay, jefe de la unidad de endocrinología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, de Madrid, ello se debe a que, en fases iniciales, este tipo de afecciones no suelen generar síntomas muy notorios ni específicos. Cansancio, dificultad para concentrarse, o cierta pérdida de memoria, entre otros, son posibles signos de hipotiroidismo que, como apunta el especialista Donnay, en muchas ocasiones suelen atribuirse erróneamente a otras causas como al estilo de vida o al estrés. De hecho, según una encuesta realizada por la compañía de Ciencia y Tecnología Merck, un 49% de las pacientes consultadas había culpado a su estilo de vida por sentir fatiga o tener dificultades para dormir, mientras que un 40% lo hacía por sentirse deprimida, con ansiedad o cansada, todos ellos síntomas comunes de las enfermedades de la tiroides, tanto hipotiroidismo como hipertiroidismo.
Con esta problemática no es de extrañar que el lema de la iniciativa que este año ha impulsado esta farmacéutica en colaboración con la TFI sea: No eres tú. Es tu tiroides. La correcta identificación de los síntomas es uno de los caballos de batalla en las afecciones tiroideas. Por ello, Manuel Puig, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), afirma que el médico debe estar sensibilizado con este tipo de síntomas y atender ante cualquier síntoma de sospecha, sobre todo en poblaciones en las que este tipo de enfermedades es más común, como es el caso de las mujeres, y más en etapas como la premenopausia o la menopausia. “Los médicos, tanto generalistas como especialistas, deben tener la glándula tiroides siempre presente”, apunta. Además, tanto las herramientas diagnósticas como los tratamientos actuales hacen que controlar esta enfermedad no sea algo complicado. “Con la medicación, podemos llegar a normalizar el funcionamiento del tiroides del paciente”, concluye el endocrino Sergio Donnay.