El asma infantil afecta a un 10% de los menores
Es la primera causa de absentismo escolar
Alrededor de un 10% de los niños y adolescentes de nuestro país son asmáticos, lo que significa que, por ejemplo, en una clase de unos 30 alumnos, 3 de ellos padecerán esta enfermedad. Aunque se trata de la primera causa de absentismo escolar, los ingresos en los servicios de urgencias por ataques de asma se pueden prevenir con una educación adecuada, tanto del niño como de la familia, el colegio, lo cuidadores y las demás personas del entorno cercano. Para ayudarles, las sociedades pediátricas que tienen relación con esta enfermedad han participado en la elaboración de la Guía Española del Manejo del Asma (GEMA) y el Manual del Educador en Asma. Si principal objetivo es aumentar la autonomía del menor y reducir el impacto de la enfermedad.
Los síntomas clave del asma son tos, sobre todo por la noche y por la mañana, pitidos (sibilancias), dificultad para respirar, jadeos y opresión en el pecho. El cansancio, la inactividad o la voz entrecortada son otros signos que deben ponernos en alerta. Esta enfermedad tiene un componente genético, y si uno de los dos padres o ambos son asmáticos, la probabilidad de que el pequeño padezca asma es mucho mayor. Los factores ambientales son igualmente relevantes, así como el conocimiento de si tiene antecedentes de alergia o atopia, como por ejemplo, dermatitis atópica, rinitis, conjuntivitis, etc.
El asma es una enfermedad crónica, y a menudo exige tratamientos y cuidados diarios. Si el menor los sigue, mejorará, y a la larga incluso podría reducir la dosis de fármacos.
Si a pesar del tratamiento el niño no mejora, hay que pensar que quizá no está tomando el tratamiento a diario o que no utiliza bien los dispositivos de inhalación. De igual modo, si no emplea la medicación de rescate a tiempo, su riesgo de hospitalización e incluso de fallecimiento aumentará.
En muchas ocasiones, el asma se confunde con infecciones víricas que pueden producir daños en las vías aéreas, aunque los síntomas no tengan nada que ver con el asma ni con alergias. Una gran mayoría de estos niños supera estos problemas respiratorios con la edad y no desarrolla enfermedad asmática.