La colonoscopia virtual mejora el estudio de pacientes con pruebas incompletas
Las imágenes se obtienen sin necesidad de introducir ningún instrumento en el interior del paciente
ASUNCIÓN TORREGROSA. El cáncer colorrectal es el tumor maligno más frecuente entre la población española por encima del de pulmón y mama, siendo la segunda causa de muerte por cáncer en nuestro país y la primera en ingresos hospitalarios oncológicos, lo que supone un considerable consumo de recursos sanitarios. Su incidencia está aumentando, calculándose un incremento del 80% en las próximas décadas. Sin embargo, cuando se detecta en fases iniciales, presenta un índice de supervivencia del 90% a los 5 años. Por tanto, es de suma importancia disponer de pruebas diagnósticas capaces de detectar el tumor cuando aún es de pequeño tamaño.
El 70% de los tumores malignos de colon y recto se desarrollan sobre pequeños pólipos existentes previamente sobre la mucosa intestinal, cuya degeneración celular motiva, al cabo de varios años, la aparición del cáncer. La colonoscopia óptica, mediante la introducción en el intestino grueso de una sonda con una cámara en el extremo, es la técnica de elección en el diagnóstico del cáncer colorrectal en la actualidad, que permite, además, tomar una muestra del tumor para su análisis celular.
Se realiza en pacientes que, o bien presentan síntomas clínicos de alarma, o bien han resultado positivos en un test de cribado (en nuestro país son 12 las Comunidades Autónomas que disponen del test de la sangre oculta en heces como método de cribado poblacional del cáncer de colon y recto). No obstante, desde que en 1994 se presentaran en un Congreso de la Sociedad de Europea de Radiología Gastrointestinal las primeras imágenes virtuales del colon obtenidas mediante un scanner, está tomando más importancia el papel de la colonoscopia virtual o colono-TC como complemento a la colonoscopia óptica convencional.
Esta técnica, disponible hoy en día en todos los servicios de radiología de los centros hospitalarios españoles, se realiza, previa limpieza intestinal con dieta pobre en residuos y marcaje de los posibles restos de heces con la ingesta de pequeñas cantidades de contraste oral basado en iodo o bario, mediante la insuflación de aire en el intestino grueso a través de una cánula en el ano y la posterior adquisición de imágenes de todo el colon y recto con un scanner, una tomografía computarizada o TC. Las imágenes, obtenidas sin necesidad de introducir ningún instrumento en el interior del paciente y sin necesidad de sedación, son procesadas por un radiólogo mediante programas especiales de tratamiento de imágenes para el análisis tridimensional y de navegación por la luz intestinal, siendo superponibles en la mayoría de las ocasiones a las de la colonoscopia convencional. Puesto que no es posible realizar una biopsia o resección de las lesiones encontradas, no es una técnica que pueda sustituir a la endoscopia, al menos en el manejo inicial del paciente. No obstante, hasta un tercio de las colonoscopias ópticas en pacientes mayores (aquellos con mayor riesgo de padecer un cáncer de colon) son incompletas por imposibilidad de visualizar todo el marco intestinal debido a dificultades técnicas insalvables.
Es conocido que, hasta un 5% de los tumores de colon y recto son sincrónicos, es decir, hay más de un tumor en el colon en el momento del diagnóstico. Esto, unido a las contraindicaciones formales (riesgo de sangrado o riesgo anestésico) así como a la negativa de algunos pacientes para someterse a una colonoscopia óptica, hace que la colonoscopia virtual mediante TC sea cada vez más demandada.
En la actualidad, las indicaciones de esta técnica diagnóstica son completar el estudio de pacientes con colonoscopias incompletas o de aquellos que se niegan a someterse a una colonoscopia óptica convencional. En el área de diagnóstico por imagen del Hospital Politécnico y Universitario La Fe de Valencia, departamento dirigido por Luis Martí-Bonmatí, también se aplica esta técnica para la evaluación global del paciente ya diagnosticado de carcinoma colorrectal, no sólo para detectar posibles metástasis a distancia, sino también para obtener información detallada del tumor acerca de su localización precisa y relación con los órganos vecinos para, así, obtener un mapa detallado que ayude al cirujano en la planificación de la cirugía laparoscópica.
Aunque no está implantada en nuestro país como técnica rutinaria de cribado, la comodidad de la prueba para el paciente (es rápida, no necesita laxantes ni sedación), la adquisición de las imágenes con baja dosis de radiación equiparable al índice de radiación acumulada anual por el ambiente y estar prácticamente exenta de complicaciones, hacen de la colonoscopia virtual o colono-TC una prueba de gran aceptación que puede aumentar el porcentaje de adhesión de la población al cribado de un cáncer tan prevalente en el mundo occidental como es el cáncer de colon y recto. De 1.000 encuestas realizadas en el Centro Hospitalario Universitario de Vigo y llevadas a cabo por la expresidenta de la Sociedad Española de Diagnóstico por Imagen del Abdomen (SEDIA), Rosa Bouzas Sierra, el 95% de los pacientes que fueros sometidos a colono-TC aceptaría una nueva dentro de cinco años. Asimismo, el 85% con experiencia previa en colonoscopia convencional consideró la prueba menos molesta que aquélla.
El hecho de que Barack Obama la eligiera en 2010 como prueba de cribado frente a la colonoscopia óptica en su examen anual de salud, apoya el hecho de que el test es adecuado como prueba de primera línea para el diagnóstico precoz de este tumor, que es responsable de una partida considerable del gasto sanitario anual.
ASUNCIÓN TORREGROSA. Servicio de radiología del Hospital U. P. La Fe de Valencia