Más de la mitad de las mujeres con el cáncer de mama más común podrían evitar la quimioterapia

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, y encontrar tratamientos que sean efectivos y menos agresivos es un objetivo central de la investigación. Ahora, un estudio internacional presentado en el Congreso Europeo de Oncología Médica 2025 abre la puerta a un nuevo enfoque para el cáncer de mama luminal, uno de los tipos de cáncer de mama más frecuentes.

Según los resultados del estudio RIBOLARIS, más de la mitad de los pacientes podrían evitar la quimioterapia si reciben, antes de llegar a extirpar el tumor mediante cirugía, una combinación de dos medicamentos: ribociclib, que frena el crecimiento de las células cancerosas, y letrozol, una terapia hormonal que reduce los niveles de estrógeno, que suelen alimentar este tipo de tumor.

El estudio, liderado por el grupo de investigación español SOLTI junto con la red hospitalaria francesa UNICANCER, propone administrar el tratamiento antes de la cirugía para observar cómo responde y decidir después si la quimioterapia es necesaria. Además, por primera vez se utiliza una prueba genética, que actúa como biomarcador, para medir la respuesta del tumor y personalizar el tratamiento. Este enfoque ya se aplica con éxito en otros tipos de cáncer de mama, como HER2 positivo o triple negativo, pero es la primera vez que se usa con éxito en cáncer de mama luminal.

Para Aleix Prat, investigador principal del estudio y director del Clínic de Barcelona Comprehensive Cancer Centre, esta estrategia reduce la agresividad del tumor a nivel biológico y, además, es segura y bien tolerada. Por su parte, Paul Cottu, oncólogo médico del Institut Curie de París e investigador internacional del ensayo, destaca que, en aproximadamente dos tercios de los pacientes se observó una mejoría clara del tumor a nivel biológico. “El estudio demuestra que podemos identificar subgrupos de pacientes con un riesgo mucho menor del esperado”, afirma Cottu.

Joaquín Gavilá, miembro de la junta directiva de SOLTI y jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología, señala la relevancia clínica de los hallazgos: “Que más de la mitad de los pacientes con alto riesgo alcance un riesgo de recaída bajo tras el tratamiento es prometedor. Una proporción importante de pacientes podría ser candidata a tratamientos menos agresivos”.

El estudio ha reclutado 1.100 personas, convirtiéndose en uno de los más grandes de su tipo. Los próximos pasos consisten en confirmar los resultados en toda la población de estudio y comprobar a largo plazo si las personas que no recibieron quimioterapia continúan libres de recaídas. Además, los pacientes cuyos tumores no muestren esta fuerte respuesta biológica recibirán quimioterapia tras la cirugía, y el estudio las seguirá cuidadosamente para garantizar los mejores resultados. Laura Clavijo.

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