Dermatitis atópica, un enfoque integral que mejora la piel y la calidad de vida

La colaboración entre médicos, pacientes e industria farmacéutica es clave para quienes padecen esta enfermedad.

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel caracterizada por eccema, picor intenso y sequedad. Su origen es multifactorial, involucrando factores genéticos, alteraciones de la barrera cutánea, respuestas inmunológicas y cambios en el microbioma. Aunque suele iniciarse en la infancia, muchas personas continúan con síntomas en la vida adulta —o incluso debutan en esta etapa—, donde los brotes pueden tener un impacto especialmente significativo. Estos pueden agravarse por estrés, condiciones climáticas, infecciones o irritantes.

“Aunque es muy frecuente, todavía existe desconocimiento sobre lo que implica vivir con la enfermedad. Sensibilizar es clave para reducir estigmas, mejorar la empatía y favorecer que los pacientes reciban un diagnóstico adecuado y un abordaje a tiempo”, asegura Esther Serra-Baldrich, dermatóloga del Hospital Sant Pau de Barcelona. “La dermatitis atópica afecta la calidad de vida física y emocional”, apunta la especialista. El picor constante puede dificultar el sueño, generar irritabilidad, afectar a la concentración y favorecer infecciones por rascado. A nivel emocional, los pacientes experimentan frustración, vergüenza por las lesiones y ansiedad durante los brotes. “El impacto psicológico puede ser tan relevante como el físico y debe abordarse de manera prioritaria”, recuerda.

“El manejo requiere un enfoque integral, incluyendo cuidado diario de la piel para reforzar la barrera cutánea, control del picor, abordajes personalizados según gravedad y la edad, para comprender y manejar los desencadenantes; y apoyo emocional, especialmente en pacientes con formas moderadas o severas. Este enfoque es clave para mejorar la salud de la piel y la calidad de vida”, indica la dermatóloga.

Colaboración y sensibilización

“Esta enfermedad requiere un enfoque colaborativo entre médicos, asociaciones de pacientes e industria farmacéutica: los profesionales brindan conocimiento clínico, las asociaciones representan las necesidades de los pacientes y la industria impulsa la investigación y desarrolla nuevas terapias, destacando Almirall como compañía comprometida con la innovación”, afirma. Según la experta, esta colaboración fortalece la educación sanitaria, contribuye a una mayor comprensión social de la dermatitis atópica y acelera el avance científico que permite mejorar el abordaje integral de la enfermedad.

Con motivo del Día Nacional de la Dermatitis Atópica, celebrado recientemente, Almirall y la Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA) han impulsado la iniciativa “Historias más allá de la piel, la carga invisible de la dermatitis atópica” para concienciar sobre el impacto de convivir con esta patología crónica. Laura Clavijo

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