Dos millones y medio de personas usan habitualmente lentes de contacto
Diferentes tipos y materiales cubren la mayoría de defectos refractivos
S.F. Muchos son los mitos acerca del uso de lentes de contacto y de su conveniencia en la corrección de los defectos refractivos, pero cada vez son más las personas que optan por utilizar lentillas. En España, en torno a dos millones y medio de personas son usuarios habituales y más del 60% son mujeres con una edad media de 32 años, aunque su uso se extiende a personas de todas las edades. Las lentes de contacto son la mejor alternativa para la corrección de cualquier ametropía, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo y también son útiles para corregir la presbicia o vista cansada.
Actualmente existen diferentes tipos de lentes y materiales que cubren la mayoría de defectos refractivos y han surgido productos novedosos, como las lentes de contacto progresivas que corrigen conjuntamente la presbicia y el astigmatismo, tal y como indica la asesora técnica de producto en el área de Salud Visual de General Optica, Eva Correro Tous. “Incluso existen lentes de contacto para personas que sufren alguna patología ocular o que han sido previamente operadas y con los años vuelven a sufrir algún defecto en la visión”, añade esta experta. Siempre que exista una patología ocular, el óptico optometrista, junto con el oftalmólogo, debe evaluar si existe alguna contraindicación en llevar lentes de contacto.
Además de su eficacia para la corrección de problemas refractivos, los avances en los materiales de fabricación de lentes de contacto hacen cada vez más confortable su uso. Tanto las lentes blandas como las permeables, que anteriormente resultaban muy incómodas, han evolucionado para ofrecer una mayor adaptación al ojo y a las múltiples situaciones y entornos en los que nos movemos. Los líquidos empleados para su limpieza también están cambiando para ofrecer una mayor eficacia.
Asimismo, el uso de lentillas presenta numerosas ventajas. Entre ellas, permiten tener mayor campo visual que las gafas y en caso de realizar deporte son mucho más cómodas. Es importante aclarar que, en contra de lo que se pueda pensar, su utilización no necesariamente conlleva infecciones oculares, siempre y cuando el usuario mantenga una correcta higiene ocular y siga las pautas de reemplazo de materiales, tal como indica Correro. El desarrollo en este ámbito está enfocado en la mejora de la calidad de vida de los usuarios y para controlar, en un futuro a corto plazo, aspectos de su salud como podrían ser el nivel de azúcar o la tensión de un paciente.