TDAH: una patología que se manifiesta de forma diferente en mujeres
El objetivo es abordar el infradiagnóstico en esta afección, que se acentúa en el caso de niñas y mujeres
El TDHA o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es un trastorno de carácter neurológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos comórbidos. El TDAH hace que a un niño le sea difícil concentrarse y prestar atención. Algunos niños pueden ser hiperactivos o tener problemas para tener paciencia. El TDAH puede hacer que al niño le resulte difícil desempeñarse bien en la escuela o comportarse en su casa.
Este trastorno puede presentarse en niños de todos los orígenes y en algunas ocasiones los adolescentes y adultos también pueden desarrollarla. El TDHA se caracteriza además por atención fugaz e impulsos desinhibidos en estados de vigilia, tienen dificultad para concentrarse en una cosa y se pueden aburrir fácilmente con una tarea, luego de tan sólo unos pocos minutos.
El TDAH es el trastorno más frecuente en la infancia y todo indica que persiste en la adolescencia y la edad adulta. La prevalencia del TDAH oscila entre 3% y el 7%, en población general y entre el 10% y el 15% en población clínica.
Es necesario saber que el TDHA es un trastorno que afecta la capacidad para permanecer concentrado, el autocontrol y otras habilidades importantes para la vida diaria. Es causado por diferencias en la anatomía y las conexiones del cerebro.
Causas del TDHA
No se conocen las causas del TDHA, aunque los diferentes estudios que se han realizado en este sentido apuntan a que hay un componente genético importante, hasta el punto de que algunos expertos consideran que existe un 76% de posibilidades de que los hijos de una persona con este trastorno también lo desarrollen. Asimismo, los estudios más recientes consideran que el ambiente familiar (hogares desestructurados) y el entorno social (relaciones conflictivas) sólo pueden actuar como impulsores de los síntomas, pero no contribuir a la aparición de la enfermedad.
Síntomas del TDAH
Es importante advertir que cualquier persona puede en un momento dado presentar alguno de los síntomas relacionados con el TDHA, sin que ello implique ninguna relación con la enfermedad. De hecho, el diagnóstico de TDAH implica (2) condiciones fundamentales:
La coexistencia de diversos síntomas y que éstos se manifiesten en los diferentes ambientes sociales del niño (familia, colegio, círculo de amigos) y de forma constante y prolongada, causando, además problemas evidentes de relación social y de rendimiento escolar.
Este trastorno afecta a entre un 2 y un 5 por ciento de la población infantil. Según la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH), se trata de uno de los trastornos más importantes dentro de la Psiquiatría Infanto-Juvenil, constituyendo cerca del 50 por ciento de su población clínica.
Uno de los principales problemas del TDAH es el infradiagnóstico, que se acentúa aún más en las niñas. Y es que en ellas la enfermedad cursa con una sintomatología distinta a la de los varones.
TDAH en la edad adulta
Aunque esta patología está asociada a la edad infantil, también afecta a los adultos con una prevalencia del 3-4 por ciento. El desarrollo del TDAH en el adulto se puede deber a influencias génicas (52 por ciento) o influencias ambientales no compartidas (48 por ciento).
Respecto a los casos genéticos, la heredabilidad media del TDAH se calcula que es del 76 por ciento. Al tener base genética, hay personas que son diagnosticadas en la etapa adulta durante el proceso en el que se identifica este trastorno en los hijos. Por ello, es necesario concienciar sobre el diagnóstico y divulgar los posibles síntomas que puede manifestar la enfermedad para que los afectados puedan acudir de forma temprana a la consulta médica y favorecer, de este modo, la realización de una prueba diagnóstica y un tratamiento precoz. M.T.T. (SyM)