Tanto el frío como el calor excesivos pueden afectar a los pacientes con dermatitis atópica

El término dermatitis es bastante general e inespecífico en el ámbito de la dermatología, puesto que alude a una inflamación de la piel. Las causas pueden ser múltiples: alérgicas, infecciosas, y son, precisamente, éstas, las que definirán el tipo de dermatitis y el abordaje necesario.

Una de las formas más frecuentes en las que se presenta esta patología es la dermatitis atópica, que afecta en gran medida a niños, pero también puede aparecer en adultos. Los síntomas principales son la aparición de eccemas, que pueden afectar a diferentes zonas del cuerpo según la edad: “en el caso de los recién nacidos lactantes, es frecuente que aparezcan lesiones en las mejillas, mientras que durante la infancia suele afectar más a la zona delantera de codos y a la parte posterior de las rodillas, aunque cualquier parte del cuerpo puede resultar afectada”, señala la Dra. Mª Teresa Truchuelo, dermatóloga en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América. También es frecuente el signo de doble pliegue en la ojera o la queratosis pilar, una especie de granitos que afectan a brazos y muslos.

Durante el invierno, debido a las bajas temperaturas, los pacientes que sufren dermatitis atópica pueden empeorar. Como señala la Dra. Truchuelo, “el frío es una agresión física para nuestra piel y, si no está bien hidratada, pueden aparecer eccemas en defensa de esa agresión. Las zonas más susceptibles de ser afectadas serían las más expuestas, como el dorso de las manos, la cara o los párpados”. Igualmente, el calor excesivo y el sudor pueden contribuir a empeorar los brotes de dermatitis atópica.

Además de los niños, los adultos también pueden padecer dermatitis atópica, aunque no la hayan padecido de niños. “Son frecuentes los eccemas por estrés, eccemas de contacto, por productos que produzcan alergias, como geles, jabones, incluso textiles, y que en muchos casos pasan desapercibidos porque no se establece una relación directa”, apunta la Dra. Truchuelo

Tratamientos indicados para la dermatitis atópica

Mantener unas normas correctas de higiene e hidratación es fundamental para los pacientes que sufren dermatitis atópica. Como señala la Dra. Truchuelo, “las duchas han de ser cortas y con agua templada, hay que evitar productos agresivos y, en caso de un brote agudo, será necesario utilizar corticoides en crema por un período de tiempo limitado”.

En caso de que los brotes sean muy severos puede ser necesario el tratamiento por vía oral o, incluso el tratamiento con fototerapia para bajar la inflamación, aunque esta última medida solo se aplica en adultos.

En el caso de los niños, como indica nuestra especialista, en un gran porcentaje, cuando crecen la enfermedad desaparece. Por el contrario, en los adultos suele ser una patología crónica, de modo que se trata de controlar la enfermedad, más que de curarla.

 

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