¿Se puede hallar un tratamiento para el cáncer de próstata?
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente y el tercero que más mortalidad causa en hombres. A pesar de que siete de cada 10 pacientes logran superarlo, en torno a un 30% de los enfermos acaban desarrollando resistencia a las terapias actualmente disponibles pocos años después de empezar el tratamiento; y, entonces, si la enfermedad evoluciona, puede acabar provocando la muerte de estos pacientes.
El problema es que cuando este tumor desarrolla resistencias, deja de ser tratable con fármacos. Eso sucede cuando la proteína clave a la que se dirigen las moléculas terapéuticas, debido a la presión del tratamiento, cambia: se deshace de una parte, como si soltara lastre, y esta parte es precisamente la diana a la que se dirigen los fármacos existentes; de ahí que dejen de tener efecto. De las dos partes restantes de la proteína, una demasiado pequeña para poder ser una buena diana; la otra, en cambio, que es funcional se caracteriza por no tener estructura tridimensional y asemejarse a una especie de espagueti maleable.
“En principio solo podemos enviar un fármaco contra una proteína si está estructurada”, apunta Xavier Salvatella, líder del grupo de biofísica molecular en el Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB Barcelona). Este grupo ha hallado una manera de dirigir fármacos a este tipo de proteínas desestructuradas, algo que hasta el momento se pensaba “casi imposible.” Y ahora aplicarán ese conocimiento a este tipo de cáncer de próstata resistente. De momento, lo han probado con éxito en cultivos celulares y ahora desarrollarán un proyecto en que lo testarán en ratones. “Es un reto dirigirse a dianas terapéuticas no estructuradas y creemos que hemos hallado la solución, no para todas, pero sí para un grupo importante de ellas”, apunta Salvatella. “Esta aproximación, muy novedosa, también podría usarse para inhibir otros tumores, como el de mama”, añade Mateusz Biesaga, estudiante de doctorado del IRB. Cristina Sáez