RAFAEL BARRAQUER. “Se espera que en una década sea posible crear una córnea biosintética total”
RAFAEL BARRAQUER, DIRECTOR MÉDICO DEL CENTRO DE OFTALMOLOGÍA BARRAQUER.
Desde hace casi siglo y medio, los Barraquer han sido referente en el cuidado de la salud ocular. Su historia comenzó con José Antonio Barraquer Roviralta, fundador del servicio de oftalmología del Hospital de Santa Creu en 1879 y primer catedrático de oftalmología en España. Ignacio Barraquer Barraquer, su hijo, dejó huella al construir el Centro de Oftalmología Barraquer durante la posguerra, convirtiéndolo en el primer hospital en España dedicado exclusivamente a enfermedades de los ojos. La tercera generación llegó con los hermanos José Ignacio y Joaquín Barraquer Moner, el primero reconocido mundialmente como padre de la cirugía refractiva corneal; el menor, Joaquín, fundó en 1962 un Banco de Ojos que hizo de Barcelona la meca de los trasplantes de córnea. El legado sigue vivo a través de los dos hijos de Joaquín, Elena Barraquer y Rafael I. Barraquer, con quien conversamos en esta entrevista.
Su padre fue fundador del primer banco de ojos en Europa. ¿Puede contarnos más?
Sí, mi padre fundó en Barcelona en 1962 el primer banco de ojos de la Europa continental. Esto hizo posible realizar de forma habitual los trasplantes de córnea, uno de los grandes avances en la oftalmología de la época.
La córnea es el tejido ocular donado más utilizado, ¿verdad?
La córnea es una parte esencial del ojo, ya que permite la entrada de las imágenes y las enfoca sobre la retina junto con el cristalino. Muchas enfermedades de la córnea, sea por perder su transparencia o sus propiedades ópticas de forma irreversible, solo pueden tratarse mediante algún tipo de trasplante. Se trata de procedimientos actualmente muy estandarizados, pero que requieren cuidar todos los detalles y un atento seguimiento.
¿Son altas las tasas de rechazo?
La córnea es un tejido privilegiado desde el punto de vista inmunológico y el riesgo de rechazo de un trasplante es relativamente bajo en muchos casos. Esto dependerá de cada patología y situación concreta. En el caso del queratocono, una entidad degenerativa de la córnea que origina una parte sustancial de los trasplantes, la tasa de supervivencia era ya elevada, entre el 95% y el 97%, con las técnicas clásicas, y ha mejorado aún más con las actuales.
¿Cómo se trata el rechazo?
La mayoría de los rechazos en trasplantes de córnea puede superarse si se tratan adecuadamente y a tiempo. En general, no es necesaria la prevención con inmunosupresores sistémicos como sucede en los trasplantes de vísceras como el hígado o el riñón, excepto en casos de alto riesgo. Los episodios de rechazo en la córnea se tratan de forma puntual, mediante corticoides tópicos y sistémicos e inmunomoduladores, a menudo por períodos breves. Son en todo caso esenciales una detección y actuación precoces.
¿Qué avances recientes se han logrado en el campo de los trasplantes de córnea?
La gran revolución del siglo XXI en el trasplante de córnea ha sido la transición de un procedimiento en general de espesor completo (queratoplastia penetrante) a un abordaje por capas (queratoplastias parciales o laminares). Sustituir solamente las capas afectadas, sean la anteriores o las más posteriores, es más eficiente y seguro. Esto ha sido posible gracias a nuevas técnicas, en parte adoptadas desde campos vecinos como el de la cirugía refractiva.
¿Qué avances se esperan en el campo de la medicina regenerativa en el ámbito de la córnea?
No hay duda de que la regenerativa será uno de los pilares principales de la medicina en este siglo. Sin embargo, debemos tener presente que la córnea es en realidad una asociación de varios tejidos, cada uno con su especial biología. En el caso del más superficial, el epitelio corneal, están ya avanzadas las técnicas para su regeneración a partir de las células madre limbares (una población especial en el borde de la córnea), sea mediante trasplante o por cultivo en laboratorio. El estroma, que supone el grueso de la córnea, es un tejido colágeno del que se están desarrollando sustitutos, y sus células pueden obtenerse a partir de las mesenquimales del tejido adiposo o de la médula ósea. La capa posterior o endotelio ha sido por mucho tiempo difícil de cultivar, pero en los últimos años se está superando este obstáculo. Por otro lado, se han desarrollado córneas artificiales desde mediados del siglo pasado, inicialmente con materiales plásticos y metálicos que se siguen empleando mientras se trabaja en la regeneración de una córnea biosintética total, lo que se espera sea una realidad en las próximas décadas. LAURA CLAVIJO, Barcelona