¿Qué pasa tras recibir la vacuna?

La de Pfizer empieza a generar inmunidad a los 10 días de la primera dosis pero precisa otra

De no producirse imprevistos, la Agencia Europa del Medicamento (EMA) podría autorizar la vacuna de Pfizer y BioNTech el próximo 29 de diciembre (el Reino Unido empezó este martes el programa de inmunización) y se espera que las primeras dosis lleguen a España después de Reyes. En esa fecha podrían ponerse en marcha campañas de vacunación masivas dirigidas a los principales grupos de riesgo. En los EE.UU. la FDA ha dado el pasado sábado, día 12, el visto bueno para la vacuna de Pfizer y se empezará a distribuir en los próximos días.

Esta vacuna ha demostrado en ensayos con decenas de miles de voluntarios de todo el planeta ser segura y efectiva. Según datos aportados por la propia compañía, logra un 95% de eficacia, también en personas mayores, que es el principal colectivo de riesgo. Y, reporta la Agencia Americana de Medicamentos y Alimentos (FDA), comienza a surtir efecto pasados 10 días después de recibir la primera inyección.

La de Pfizer/BioNTech requiere dos dosis para conseguir la máxima protección, que se administran con una separación de entre 21 y 28 días. Aunque la primera dosis proporciona ya cierta protección, la segunda es crítica puesto que actúa de refuerzo y provoca que el sistema inmunitario genere células de memoria de larga duración que circularán por el organismo para protegerlo frente a una eventual infección.

Como ocurre con todos los medicamentos, las vacunas también pueden ocasionar efectos secundarios. En el caso de la inmunizable de Pfizer/BioNTech, todas las reacciones adversas descritas hasta el momento son leves y a corto plazo, y no todos los que han recibido la vacuna en los ensayos clínicos las han padecido. Las más habituales, que suelen aparecen entre uno y dos días después de la vacunación y duran menos de una semana, son dolor y enrojecimiento de la zona en la que se aplica el vial; sensación de malestar similar a la de un catarro leve, fatiga y dolor de cabeza.

En general, estos efectos secundarios son más frecuentes en personas menores de 55 años y suelen darse mayoritariamente tras recibir la segunda dosis. “Ocurre con todas las vacunas que requieren dos dosis, porque el sistema inmunitario está más preparado al recibir la segunda y monta una respuesta más vigorosa”, asegura César Hernández, jefe del departamento de medicamentos de uso humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).

“La mayoría de los efectos secundarios se dan en los primeros dos meses tras la vacunación, por eso para autorizar una vacuna se requiere al menos ese tiempo de seguimiento. Más allá de esos dos meses, son efectos adversos infrecuentes”, añade. Además, después de aprobarse, se realiza una vigilancia farmacológica durante años para detectar posibles consecuencias extraordinarias, que “solo se detectan cuando se han vacunado millones de personas, por su muy baja frecuencia”, apunta Antoni Trilla, investigador de ISGlobal y jefe del servicio de medicina preventiva y epidemiología del hospital Clínic de Barcelona.

Aunque una persona se vacune, no podrá bajar la guardia respecto a las medidas de seguridad anti-Covid-19 y deberá seguir usando mascarilla, realizar lavado frecuente de manos y mantener distancia de seguridad interpersonal. “Antes de poder levantar las restricciones, tiene que haber unas cifras elevadas de población vacunada, para lograr inmunidad de rebaño”, resalta Trilla, que destaca que es la primera vez que ocurre que “solo podremos volver a la normalidad si la población se vacuna. Cuanto antes lo haga, más fácilmente volverá a arrancar la sociedad y la economía”.

Y las personas que hayan pasado la Covid-19, ¿deben vacunarse? Al pasar una infección, se adquiere inmunidad natural, que varía en función de la enfermedad y de cada persona. De momento, no se sabe cuánto dura, tampoco la que ofrecerá la vacuna, porque por el momento los ensayos clínicos han seguido a los voluntarios que la han recibido solos dos meses. “Seguramente, este colectivo no sería prioritario a la hora de vacunarse los primeros”, considera Hernández, de la Aemps, que prosigue que “no pasa nada porque se vacunen” y que es probable que por temas logísticos se haga “un despliegue de campañas de vacunación masivas que no distinguirán entre personas que ya la han pasado y que no”. Todas las reacciones descritas hasta ahora son leves y a corto plazo: dolor en la zona del vial o cierto malestar. Aquellos que hayan pasado la Covid-19 no entrarán dentro del grupo de los prioritarios. Cristina Sáez

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