Protegerse del sol no solo cuando se va a la playa

En verano especialmente, existen muchas otras situaciones que nos hacen especialmente vulnerables a los rayos solares

Redacción

El verano es la época del año que mayor radiación ultravioleta llega a nuestra piel. Aunque es habitual que en nuestro país se produzca una gran actividad solar (especialmente en verano), el desconocimiento que hay sobre ello aún es latente. Conscientes de esta pro­blemática, un total de 600 farmacéuticos de Barcelona se han sumado a la campaña Antes de dejarte la piel, consulta. Una ini­ciativa impulsada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) que ha contado con la colaboración, entre otros, del Laboratorio STADA y que pre­tende orientar a la población a saber pro­tegerse del sol adecuadamente y a detectar los riesgos de sufrir cáncer de piel, tumor que, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se ha incrementado en los últimos años.

Protegerse del sol adecuadamente no es tan fácil como parece. Uno de los principales puntos a tener en cuenta es que no solo es necesario utilizar protección cuando se va a la playa o a la piscina, sino que existen mu­chas otras situaciones que nos convierten igual de vulnerables a los rayos, especial­mente durante el verano. Las actividades al aire libre, como tomar un café en una terraza, dar un paseo o jugar en el parque con los niños, por ejemplo, son una de esas situaciones. Sin olvidar las personas que trabajan al aire libre, que pasan muchas ho­ras expuestas.

Embarazo

El embarazo es otra situación que requiere especial atención. Los cambios hormonales que se dan en las embarazadas pueden pro­vocar que aparezcan manchas alrededor de la nariz y de la boca y, sin una protección adecuada, estas zonas pueden oscurecerse. Al igual que sucede con la línea alba (la lí­nea vertical hiperpigmentada característi­ca en las embarazadas que va desde el pubis hasta el ombligo).

Deporte

Asimismo, los aficionados al deporte tam­bién deben saber que el riesgo de sufrir quemaduras aumenta debido al efecto lupa que genera la combinación del sudor con el sol y la superficie donde se entrene. La arena seca y el césped, por ejemplo, reflejan mayor sol que el asfalto y el agua.

Montaña

Si el deporte lo vamos a realizar en la mon­taña, debe tenerse en cuenta que el riesgo de quemaduras se incrementa un 4% cada 300 metros de altura, por lo que los apasionados del monte deberán aplicarse un filtro solar más elevado.

Medicamentos

Otra de las situaciones que nos hace ser más vulnerables a sufrir una quemadura solar se da cuando estamos bajo algún tratamiento farmacológico. Concretamente, los anticon­ceptivos orales, los corticoides, los antiin­flamatorios, los antidepresivos, los antihi­pertensivos, los antihistamínicos o ciertos antibióticos son algunos de los medicamen­tos que pueden hacernos más fotosensibles. Casos en los que una buena protección tam­bién será clave para conservar la salud de nuestra piel.

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