Prevenir las consecuencias del aire acondicionado
Los adultos son los que más padecen los síntomas en ambientes laborales
IGNACIO RODRÍGUEZ. Uno de los mejores inventos de los últimos años para hacer más llevadero el calor del verano ha sido el aire acondicionado. Éste nos refresca y nos hace olvidar las altas temperaturas que hay en el exterior, sin embargo, también comporta problemas. Existen dos tipos de aires acondicionados: los que mantienen la humedad, en el que el índice de problemas disminuye, y los que no la mantienen, sino que nos privan de ella. Éstos resecan las mucosas, repercutiendo en sequedad de nariz, de ojos y de garganta. Ésta facilita la infección por cualquier bacteria o cualquier virus que circula por el ambiente.
“Si bajamos las temperaturas en un ambiente contaminado y además quitamos la humedad, lo que conseguimos es favorecer las condiciones para que haya infecciones”, comenta Antonio Torres, presidente de la Federació d’Associacions de Farmàcies de Catalunya (FEFAC) y continúa, “entre un 30 y un 40% de la gente podría presentar problemas derivados del aire acondicionado. Además, por ejemplo, las pastillas para la faringitis se venden por igual tanto en invierno como en verano”.
En general los adultos son los que más padecen los síntomas derivados del uso del aire acondicionado, ya que son los que se mueven en entornos laborales, donde es más habitual el uso de éste a través de máquinas centrales transportando el aire por conductos. Los más antiguos están hechos de fibra de vidrio, que facilitan la acumulación de polvo y se convierten en una fuente de reservorio de contaminantes muy importante. Esto puede producir, además de infecciones, alergias. Para prevenir estos problemas, alertan los especialistas, se deben tomar ciertas precauciones. La primera es no bajar demasiado la temperatura, manteniéndola entre 23º y 24º, que es la idónea. La segunda prevención, y muy importante, es controlar la humedad del ambiente. Ésta debe estar alrededor del 70%, pues por debajo puede conllevar a sequedad en las mucosas. Por último, si el equipo de aire es antiguo se recomienda cambiar toda la instalación.
Desde las farmacias se ofrecen tratamientos para paliar estas dolencias. “Es muy importante mantenernos bien hidratados. También se recomienda que, ante el primer síntoma, se consuman tanto profilácticos en comprimidos (que son ligeramente antisépticos e impiden que proliferen las bacterias y se implanten en la faringe), como caramelos, pues aumentan la salivación y ayudan a incrementar la humedad de las mucosas”, explica Antonio Torres. Los constantes cambios de calor a frío, de lugares cerrados a abiertos, acaban debilitando nuestro sistema inmune, y para ello es recomendable la ingesta de paracetamol que ayuda a reducir el dolor de cabeza, entre otras cosas. Para prevenir las alergias existen productos que actúan como barrera evitando que los alérgenos entren en contacto con las mucosas, “esto se logra con prebióticos adecuados a cada caso, ya que el primer punto de inmunidad de las personas siempre es el intestino. Una dosis de prebiótico equivaldría a 50 yogures”, afirma el farmacéutico.
En cuanto a medidas dietéticas, y en las temporadas previas al verano, se recomienda seguir una dieta rica en vitamina A, ya que es un gran protector de mucosas. “Ésta la encontramos en cereales, verduras como el tomate o el pimiento y en mariscos, entre otros. Además también podemos encontrarlas en complementos nutricionales”, concluye el presidente de FEFAC.