¿Más cansado de lo normal?
El cambio de hora o la llegada de altas temperaturas provoca que muchas personas padezcan astenia primaveral
El aumento de horas de luz altera la segregación de melatonina, una hormona que regula el sueño
Sofía Larrucea
Cansancio, irritabilidad, desmotivación, somnolencia o dificultad para despertarse, es lo que sentirán muchas personas en esta época del año. Y es que la primavera no sólo trae consigo temperaturas más altas, las flores y las molestas alergias, sino que además, puede alterar nuestro estado de ánimo más de lo que se puede pensar. Suele afectar más a mujeres jóvenes y los síntomas pueden llegar a durar hasta dos semanas. Se trata de un trastorno adaptativo que puede llegar a alterar el día a día y que, sin embargo, se sabe cómo atenuar los síntomas. En este sentido, la alimentación es, para muchos especialistas, un pilar fundamental.
La astenia primaveral podría tener diferentes causas. Un de ellas podría ser, por ejemplo, la incapacidad del cuerpo para adaptarse de manera inmediata al cambio climático. Ello produce un bloqueo en la liberación de las beta- endorfinas al plasma, que son las encargadas de generar la sensación de bienestar o malestar. Asimismo, aunque sólo sea una hora, parece ser que el cambio de horario afecta más de lo que puede pensarse. El aumento de horas de luz altera la segregación de melatonina, una hormona que regula el sueño.
Para disminuir al máximo los molestos síntomas, los especialistas aconsejan, además de beber la cantidad requerida de agua (para evitar cefaleas, por ejemplo), seguir un horario fijo tanto para el descanso como para la comida. En lo que respecta a la alimentación, es recomendable realizar cinco comidas al día para que el cuerpo no padezca hipoglucemias. La dieta debe ser rica en vitaminas y nutrientes que tengan un gran aporte de energía, como pueden ser los plátanos y los frutos secos, así como seguir una alimentación que ayude a nuestro sistema inmunológico. Alimentos que contengan probióticos son los mejores aliados. De hecho, el consumo de probióticos en personas mayores puede hacer triplicar la eficacia del sistema inmunitario. Estos microorganismos vivos se pueden encontrar en alimentos como el yogurt, el queso u otros alimentos fermentados. Es recomendable para las defensas porque, entre otras razones, los probióticos contienen microorganismos benéficos vivos que además ayudan a la flora intestinal. Todo ello debe ir acompañado de la práctica de ejercicio físico. Está demostrado que el ejercicio moderado realizado cotidianamente ayuda a la producción de endorfinas y aumenta el tono vital.