Los cambios de hábitos en Navidad en pacientes anticoagulados aumentan el riesgo de padecer un ictus
El número de muertes por causa cardiovascular se incrementa en Navidad
Con la llegada de la Navidad y las vacaciones, cambian las rutinas y los hábitos de vida, dando paso a las comidas familiares, el desorden en el cumplimiento de horarios y los excesos. En Navidad es habitual cambiar la alimentación, los horarios y la actividad física, lo que puede hacer que las personas anticoaguladas no sigan su tratamiento correctamente. No cumplir con la pauta establecida por los médicos, especialmente si no se cumplen las tomas necesarias, incrementa el riesgo de que se produzcan trombos que pueden provocar un ictus.
El paciente anticoagulado es un paciente crónico, ya que sufre una enfermedad crónica, como puede ser la alteración del ritmo cardíaco (principalmente fibrilación auricular), dispone de prótesis mecánicas en el corazón, padece una alteración genética, o sufre cualquier enfermedad a la que se asocia un riesgo de trombosis. Este tipo de paciente es un paciente crónico porque su tratamiento anticoagulante modifica la coagulación, incrementando con ello la gravedad de las hemorragias.
Si se aprovechan las vacaciones para viajar o se visita a amigos y familiares que viven lejos, deben tomarse algunas precauciones adicionales. Estar anticoagulado no es un impedimento para viajar, pero se recomienda prepararse ante imprevistos:
-Asegurarse de que llevamos medicación suficiente para los días que estemos fuera y alguno más, por si se alargase el viaje por algún motivo.
-Llevar siempre la tarjeta identificativa de paciente anticoagulado. También es recomendable contar con el informe médico más reciente y con la pauta del tratamiento; además, se recomienda averiguar la ubicación de los centros de salud más cercanos antes de iniciar su viaje. En caso de una urgencia, más vale estar prevenido.
-Una vez en destino, lo más recomendable es mantener un estilo de vida similar al del día a día, sin grandes cambios de horarios ni alimentación.
Especialmente si se tienen vacaciones o días libres, es habitual que los horarios se vean alterados. En general, se destinan menos horas al descanso. Es importante tomar la medicación siempre a la misma hora. Si se olvida una toma, los expertos recomiendan tomar la medicación tan pronto como se den cuenta, pero siempre dejando al menos 12 horas entre toma y toma1. Lo que nunca debe hacerse es doblar la dosis para recuperar una toma olvidada. Para evitar los descuidos, existen opciones que pueden ser útiles como:
-Usar una alarma que le avise todos los días a la misma hora.
-Marcar en un calendario cada vez que tome su medicación
-Utilizar un pastillero semanal con la medicación a tomar cada día.
Varios estudios han corroborado que las muertes por causa cardiovascular se incrementan en Navidad, suponiendo hasta un 5% más de muertes en los días de Navidad y Año Nuevo. Además de otros factores, como el frío y el estrés emocional, los principales condicionantes son los excesos y cambios en la alimentación, así como el alto consumo de alcohol. Las comidas copiosas y grasas típicas que se tienden a consumir a lo largo de estas señaladas fechas pueden repercutir negativamente en la salud de las personas, especialmente en el caso de los pacientes anticoagulados.
También la ingesta de alcohol durante las fiestas navideñas es más elevada que en otras épocas. Este factor interfiere altamente con el nivel de coagulación de los pacientes tratados con anticoagulantes clásicos. Por esta razón, la copa de vino que se recomienda tradicionalmente como algo saludable, no es aconsejable en el caso de los pacientes anticoagulados.
Además, los excesos en la dieta pueden ocasionar trastornos digestivos, como diarrea o vómitos, que pueden dificultar mantener una adecuada anticoagulación. Muchas personas también intentan paliar los efectos de las comidas copiosas mediante tratamientos antiácidos. No obstante, este tipo de tratamientos también pueden interferir en el tratamiento con anticoagulantes tradicionales o antivitamina K. En el caso de pacientes anticoagulados, es importante no tomar fármacos que no estén prescritos por su médico de referencia, y evitar así que éstos puedan interaccionar con su tratamiento anticoagulante.