Menos irradiación en la intervención cardiaca
Un nuevo sistema de navegación permite realizar ablaciones cardiacas sin el uso de fluoroscopia
Sofía Larrucea
Irradiar lo mínimo posible al paciente siempre ha sido un objetivo dentro de la medicina. Claro ejemplo de ello es la cardiología intervencionista, donde los intentos por reducir la dosis de radiación no han sido pocos. Además de sistemas como Mediguide (que permite la visualización de los catéteres sobre un patrón de radioscopia disminuyendo un 90% el tiempo de irradiación). La compañía Abbott ha vuelto a desarrollar otro sistema que permite realizar algunas intervenciones cardiacas sin fluoroscopia. Un dato alentador sobre todo al considerar que dicho sistema de navegación, al ser una técnica radiológica, no está exenta de riesgos. Aunque la radiación ha producido muchas mejoras sanitarias, no debe olvidarse que es fuente de efectos nocivos tanto para los pacientes como para los médicos y que puede llegar a inducir un cáncer y mutaciones genéticas. “En el mundo occidental, podría estimarse que casi el 20% de los tumores son inducidos por los actos médicos”, afirma Miguel Álvarez, cardiólogo del Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Asimismo, tal y como afirma el artículo Ablación con catéter no guiada por fluoroscopia. Resultados de un registro prospectivo multicéntrico publicado por la Revista Española de Cardiología y en el que ha colaborado el especialista Álvarez, los peligros de la fluoroscopia no solo están relacionados con el riesgo potencial de la mutaciones genéticas. Según dicha publicación, las prendas de protección radiológica también pueden generar ciertas dolencias como lesiones vertebrales, que pueden derivar en tratamientos invasivos y bajas laborales.
Los sistemas de navegación intracardiaca no fluoroscópica (SNINF) han supuesto, en este contexto, una gran mejora en la seguridad de muchos pacientes. Este sistema permite, gracias a unas señales eléctricas y a través de un software especial, dibujar los catéteres y las cámaras cardiacas, así como hacer una reconstrucción anatómica de la cámara donde se encuentra cada catéter. Todo ello con una alta precisión. “Puede haber una diferencia de menos de un milímetro”, señala el cardiólogo Álvarez. A pesar de que lo ideal sería que dicho sistema pudiera sustituir por completo a la convencional fluoroscopia, es algo que de momento no es posible. Y es que las arritmias de peor acceso aún requieren el uso del sistema de navegación tradicional. Normalmente las alteraciones cardiacas más complejas se encuentran en el lado izquierdo del corazón. Es en estos casos en los que, aunque pueda reducirse el uso de la fluoroscopia gracias a los nuevos sistemas de navegación, aún no es posible obviarlo al 100%. Sin embargo, podría decirse que aproximadamente un 60% de las arritmias se producen en el lado derecho del corazón. Estas suelen ser de fácil acceso y, por ello, el nivel de fluoroscopia puede reducirse a cero en la mayoría de las ocasiones. “Nos espera un futuro prometedor donde los sistemas de navegación sin irradiación puedan sustituir con toda probabilidad a la fluorocopia en todo tipo de arritmias”, concluye el experto Miguel Álvarez.