La esclerosis múltiple podría ser la segunda causa de discapacidad en jóvenes
La esclerosis múltiple podría ser la segunda causa de discapacidad en jóvenes
En España más de 47.000 personas sufren esta patología crónica y degenerativa
SILVIA FIDALGO
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y degenerativa del sistema nervioso central que suele tener más incidencia en personas jóvenes, sobre todo en mujeres, de entre 20 y 45 años. Aunque las causas son desconocidas, se trata de un proceso autoinmune, inflamatorio y neurodegenerativo, y a pesar de que no hay estudios concluyentes, se cree que tiene su origen en factores genéticos y ambientales. Tal y como indica Esther Moral, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN, “Sabemos que hay un factor genético, lo cual no quiere decir que sea hereditario y también podría deberse a factores ambientales. Se cree que es importante la exposición a la luz solar por la síntesis de vitamina D y, en general, los países que disponemos de más sol tenemos menor tasa de incidencia de la enfermedad. Y añade “posiblemente haya otros factores como el contacto con virus a lo largo de nuestra vida, pero actualmente se desconoce cuál es el agente último”.
La prevalencia de la enfermedad en nuestro país ha pasado de 50 personas con EM a 100-125 por cada 100.000 habitantes, de forma que actualmente hay unas 47.000 personas con esta enfermedad, de las cuales 1.600 residen en la ciudad de Barcelona. Hasta hace solo unos años, aún se consideraba una enfermedad rara, no sólo por que afectara a menos de uno de cada 2.000 ciudadanos, sino porque además era una gran desconocida para la sociedad. Actualmente, la EM es la enfermedad neurológica más frecuente en adultos jóvenes en Europa y Norteamérica, o en palabras de la experta, “La esclerosis múltiple posiblemente, después de los accidentes de tráfico, sea la enfermedad que produzca mayor discapacidad en personas jóvenes”.
La EM es una enfermedad desmielinizante en la cual aparecen lesiones inflamatorias de manera crónica en el cerebro y en la médula. Sus síntomas pueden ser muy variados, porque las lesiones pueden aparecer en cualquier lugar del cerebro o de la médula. Los más frecuentes son los que afectan a la sensibilidad, por ejemplo, en forma de hormigueos en media parte del cuerpo o en las piernas, los síntomas visuales en forma de visión borrosa o visión doble, y también la pérdida de equilibrio. Incluso hay personas que durante muchos años no tienen síntomas y tienen la enfermedad, ya que, tal y como indica Esther Moral “ hay partes del cerebro que son ‘poco expresivas’, y en las que la lesión aparentemente no da señales, o son prácticamente imperceptibles y por ello el paciente no consulta con su médico”.
Hay diferentes tipos de EM pero la forma más frecuente es la que llamamos en brotes o remitente recidivante y se caracteriza porque el paciente presenta unos síntomas neurológicos en un momento dado, duran un tiempo determinado y luego mejora, llegando a estar meses o incluso años sin tener problemas, pero luego la enfermedad vuelve a manifestarse. Es decir, se presenta de forma intermitente. Existen otros tipos de EM que desde el principio tienen progresión, son las formas primarias progresivas y son las menos frecuentes. El problema principal en las formas primarias progresivas es que no disponemos a día de hoy de ningún tratamiento realmente efectivo. “Hay algunos fármacos que parecen ser prometedores para un futuro, pero de momento no disponemos de ningún tratamiento. Estas formas progresan lentamente, pero progresan, y el problema es que no podemos ofrecer nada al paciente mientras que para las formas que se presentan en forma de brotes sí que disponemos de tratamientos muy efectivos”, indica Esther Moral. Y aclara “muchos años atrás se decía que todas estas formas de EM en brote acabarían progresando con el paso de los años, hoy sabemos que solamente entre un 30-35% de las formas remitentes recidivantes después de muchos años pasarán a progresar”, concluye.
La mayoría de pacientes con EM pueden llevar una vida normal, gracias a que en los últimos años tenemos tratamientos muy efectivos que nos permiten controlar esta enfermedad y ya hay muchos pacientes que o no tienen discapacidad años después de habérsele diagnosticado o prácticamente no tienen. En este sentido, la especialista aclara “no debemos olvidar que hay pacientes que antes de los tratamientos ya tenían discapacidad adquirida, y todavía hay pacientes que tienen formas muy agresivas, que son las menos, pero los hay y no reaccionan a los tratamientos, con lo cual, es muy importante seguir trabajando para encontrar fármacos que les ayuden”. Por ello es importante que se lleven a cabo eventos como el que organizó el grupo científico Merck en Barcelona, Bilbao, Madrid y Sevilla con motivo de la reciente celebración del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple. El I Encuentro con la Esclerosis Múltiple fue un evento con el objetivo de dar a conocer la enfermedad y concienciar a la población sobre esta patología. Pacientes, Asociaciones y profesionales se encontraron en esta cita atendiendo a todo aquél que quisiera saber más y quisiera conocer de cerca la enfermedad, puesto que, además, entre las actividades realizadas, todo aquel que quisiera, podía “ponerse en la piel” de un paciente de EM a través de unos oculus que simulaban los síntomas que sufre un enfermo de EM.
Más información en la página web: www.conlaem.es