La deuda pública llegará al 120% del PIB
Por Jaime Jiménez Sánchez-Mora, periodista económico.
Después de que Eurostat forzara al Ejecutivo a valorar a Sareb como una sociedad más del Estado, el Gobierno declaró ayer que la deuda pública ascenderá en unos 35.000 millones de euros debido al banco malo, como expuso El País. Tras la noticia, los pasivos de Sareb pasan a formar parte de las cuentas de la Administración y se sitúan en torno a los 35.000 millones, por lo que el endeudamiento público crecerá en tres puntos llegando hasta el 120% del PIB, según las noticias que llegan desde el Gobierno.
Al constituir en 2012 la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), la intención era retirar los activos tóxicos de las cajas rescatadas para más tarde venderlos y reducir las pérdidas. En esencia eran tres sectores: suelo, vivienda y préstamo motor. Así, en el pasivo se invirtió poco capital, unos 4.800 millones. Mientras que en su activo se puso una cartera, de la que se desconocía su calidad, valorada en unos 100.000 millones de euros. Además, se emitieron unos bonos con garantía del Estado que sirvieron para pagar a las cajas por sus activos, que suponían el resto del pasivo y estaban valorados en unos 50.000 millones de euros. Si bien estos abonan intereses a las entidades, son pequeños debido a los bajos tipos, por lo que el balance del banco malo conllevó deudas.
El propósito de Sareb era sacarlo de las cuentas públicas y amortizar los bonos a medida que se vendiesen los activos y se recuperara el mercado. Dentro de esta idea, Sareb pretendía que el Estado no tuviera que hacerse valer para asegurar a la UE que las deudas quedarían saldadas, todo ello tras redactar un plan de negocio que garantizaba rentabilidad. Así, la banca puso el 55% del capital, mientras que el otro 45% lo puso el Estado a través del fondo público de rescate bancario (Frob).
Pero la idea no ha seguido los pasos pronosticados y el precio pagado por los activos parece demasiado elevado a pesar del 60% de descuento del que gozaron, por lo que las pérdidas anuales del banco malo han ascendido a los 1.000 millones.
Dentro de los motivos de esta mala praxis, encontramos fundamentalmente tres como causantes de la situación actual.
Por una parte, los gastos operativos son demasiado elevados por los costes de mantenimiento y los intereses. Sareb contrató un swap para no correr riesgos si los tipos subían, así obtendría beneficios en tal caso. Pero desde el año 2015 los tipos cayeron estrepitosamente, por lo que el banco malo tenía que hacer frente a los pagos. Así, las pérdidas totales acumuladas se sitúan cerca de los 10.000 millones de euros, por lo que el patrimonio de Sareb sería de unos 7.000 millones en negativo, al ir las pérdidas contra el capital.
Otra de las razones es que Sareb ha vendido los activos por debajo del valor en libros, por lo que únicamente genera pérdidas.
Por último, la sociedad fue ajustando los precios a medida que iba conociendo la situación de sus activos, lo que propició más pérdidas debido a que estas no se contemplaban en la cuenta de resultados por un cambio legislativo ad hoc realizado en 2016 con el propósito de que Sareb pudiera seguir operando.
Hoy en día, Sareb únicamente tiene el respaldo del Estado, por lo que Eurostat exige reclasificar la sociedad y su deuda. Pero el Gobierno espera que ese pasivo decrezca por la venta de activos hasta 2027 o alargando la existencia del banco malo para sacarle mayor rentabilidad. La pérdida registrada oficialmente y que aumentará el déficit público se sitúa alrededor de los 10.000 millones de euros según fuentes del Ejecutivo. Pero de los 50.000 millones de deuda inicial, aún quedan 35.000 millones.