Importante mejora de la supervivencia en carcinomatosis peritoneal
Buenos resultados de la extirpación del tumor complementada con quimioterapia HIPEC
La carcinomatosis peritoneal es la diseminación de células neoplásicas (cancerosas) en el interior de la cavidad abdominal, principalmente en forma de implantes sobre la membrana que cubre dicha cavidad, denominada peritoneo. El origen de este cáncer, que antes era considerado terminal, suele ser un tumor intraabdominal, sobre todo digestivo o ginecológico, aunque también puede ser otros cánceres, como del propio peritoneo o de mama.
La incidencia de la carcinomatosis peritoneal depende del tumor de origen, apunta Juan José Torrent, ginecólogo especializado en cirugía ginecológica del Hospital El Pilar, de Barcelona. En el 80% de los cánceres ováricos se da este tumor en el diagnóstico inicial, mientras que en los colorectales la incidencia es del 10-15% en casos iniciales y del 30% si se producen recidivas. Si el origen es un cáncer de estómago, hasta en el 20% de las ocasiones el tumor se encuentra en forma de carcinomatosis en el momento del diagnóstico y llega al 30% en recidivas.
La detección de la carcinomatosis peritoneal no es fácil, ya que los síntomas, como molestias digestivas inespecíficas o hinchazón abdominal, se pueden confundir con otras alteraciones. Además, las pruebas de imagen todavía no son lo bastante sensibles. En opinión de este especialista, lo ideal es, ante la sospecha, realizar una laparoscopia y tomar biopsias para conocer el origen del tumor.
Citoreducción y quimioterapia intraoperatoria hipertérmica
El tratamiento de primera línea consiste en una cirugía de citoreducción completa, es decir, resecar y extirpar todo implante intrabdominal, que se consigue en el 80% de los casos. Esta cirugía se complementa con quimioterapia, que puede ser intraperitoneal (normotérmica o hipertérmica [HIPEC]) o sistémica, y frecuentemente se combinan ambas.
Un reciente estudio publicado en el New England Journal of Medicine en pacientes con carcinomatosis peritoneal de origen ovárico, considerados irresecables inicialmente, demostró que, con la aplicación de HIPEC por parte de profesional experto en determinados casos de cáncer de ovario, se logra un año más de supervivencia.
En casos donde no es posible realizar cirugía de citorreducción, se dispone de una nueva técnica llamada PIPAC (administración de quimioterapia en forma de aerosol por laparoscopia), que permite la administración de quimioterapia directamente en el abdomen.
La supervivencia de estos pacientes ha cambiado drásticamente en los últimos años con estas técnicas. “Se logran supervivencias medias de unos 5 años en casos de origen colorectal, con la curación de hasta el 16 % de los pacientes, y de más de 10 años en casos de cáncer de ovario”, afirma Torrent. En tumores de origen gástrico, los resultados obtenidos, aunque no tan espectaculares, están mejorando significativamente.
Además, la calidad de vida del paciente es muy buena, ya que no debe someterse a más tratamientos a menos que aparezca una recidiva y, generalmente, no hay que realizar estomías definitivas (derivaciones intestinales al abdomen).