Herpes genital, una ITS sin cura, cuyos contagios se pueden evitar

La transmisión del VHS-2 se produce de una persona a otra durante las relaciones sexuales de riesgo, incluyendo el sexo oral, por lo que es indispensable usar protección.

“El herpes genital no es tan conocido por el gran público como sí lo son la histórica sífilis o el archiconocido sida. No se habla sobre ello, no se asocia con determinados colectivos, no mata…, pero lo padecen millones y millones de personas en el mundo, en concreto, unos 500 millones”. De esta forma los farmacéuticos Raquel Carnero y Luis Marcos, comienzan hablando de esta enfermedad en su libro Lo que no te esperas del sexo. Una cita con las infecciones de transmisión sexual (ITS).

En el capítulo dedicado a esta infección, reconocen que “son millones de personas las que sufren en silencio el herpes genital, preocupadas por el qué dirán, por vergüenza, por ser estigmatizadas”.

Precisamente, como la información es poder, Carnero y Marcos recopilan para CF los aspectos fundamentales que el farmacéutico debe saber sobre el herpes genital para que pueda ofrecer el mejor consejo y rompa con el estigma que recae sobre estos pacientes. Así, en esta quinta entrega de Un verano sin ITS recuerdan aspectos básicos sobre su transmisión, tratamiento y pautas de prevención.

¿Qué causa la infección por herpes genital?

“Hay dos tipos de virus herpes simple (VHS); el tipo 1 (VHS-1) y el tipo 2 (VHS-2). El VHS-1 afecta habitualmente a la zona peribucal (labios, nariz), aunque en determinadas ocasiones puede afectar también a la zona genital y anogenital. Sin embargo, el VHS-2 causa infección, principalmente, en la zona genital y anal”, destacan Carnero y Nogales.

La infección genital, añaden, se transmite de una persona a otra durante las relaciones sexuales de riesgo (no protegidas), incluyendo el sexo oral.

¿Cuáles son los síntomas?

Según estos expertos, es frecuente la aparición de vesículas o llagas en la región genital, aunque puede no causar síntomas o ser muy leves. “Estas vesículas -continúan- se rompen y con el tiempo pueden cicatrizar formando costras. También es habitual el picor o ardor en el área genital o anal”. Además, algunas personas tienen fiebre, dolor de cabeza o fatiga.

Los autores del libro sobre ITS hacen hincapié en que los síntomas del herpes genital generalmente aparecen entre 2 y 12 días después del contagio. “Sin embargo, en algunos casos, pueden tardar varias semanas o incluso meses en aparecer. Algunas personas infectadas pueden transmitirlo sin presentar síntomas visibles”, advierten. Gema Suárez Mellado

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