¿Es bueno tomar leche de vaca de adulto?
El consumo de leche en España ha descendido casi un 30% desde el año 2000, aunque hay expertos que recomiendan seguir tomando leche de vaca por sus propiedades nutritivas y los beneficios que aporta si no existe un problema de salud como intolerancia o alergia.
Bárbara Romano, especialista en Nutrición Humana y Dietética del Hospital Clínic de Barcelona, explica que, “dentro de una dieta saludable y equilibrada es importante mantener el consumo de leche y lácteos porque son una buena fuente de calcio biodisponible, es decir, que el cuerpo humano absorbe muy bien gracias tanto a la lactosa que contiene como a la vitamina D”. Según destaca, es un alimento muy completo porque aporta una gran variedad de nutrientes: hidratos de carbono -en forma de lactosa- grasas, proteínas de buena calidad, minerales (calcio, potasio, fósforo, etc.) y también vitaminas A, B12 y D.
Sobre las raciones necesarias, Romano afirma que, “se recomiendan unas 2-3 raciones diarias en forma de leche, yogur, kéfir, queso, etc, y en caso de sufrir alguna alergia o intolerancia grave, es necesario aportar el calcio por otras fuentes, como pescado pequeño que se coma con espinas o vegetales como almendras, sésamo o espinacas”. Sin embargo, según esta experta, en estos casos las raciones necesarias para cubrir este aporte de calcio serán mayores que si lo hacemos a través de la leche o los lácteos”.
Sobre la sustitución de la leche por bebidas vegetales, la nutricionista matiza que “estas bebidas contienen poca cantidad de calcio, por lo que deben estar enriquecidas, y también es importante vigilar el contenido de azúcar que se les añade para mejorar su sabor y aceptación”. No obstante, Romano hace especial hincapié en que “la elección de suplir el consumo de leche con otras alternativas no debe basarse en un autodiagnóstico. Ante cualquier sospecha de intolerancia u otros problemas de salud derivados del consumo de la leche de vaca, siempre hay que acudir al médico para un correcto diagnóstico”.
Asimismo, el comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, recomiendan que se introduzca la leche entera entre el año y los 2 o 3 años de vida, siempre y cuando no se esté con lactancia materna. Concretamente, “en la primera infancia lo ideal son dos raciones diarias, unas 2 o 3 en el periodo escolar y entre 3 y 4 para los adolescentes” afirma José Vicente Arcos, pediatra especialista en Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital Sant Joan de Déu.
El consumo de la leche de vaca en la edad infantil también conlleva beneficios a largo plazo. “Diversos estudios demuestran que el consumo de una cantidad suficiente de productos lácteos durante la infancia podría reducir el riesgo de osteoporosis al aumentar la adquisición de masa ósea con el crecimiento, disminuir la pérdida ósea con la edad y reducir las fracturas por osteoporosis, sobre todo en mujeres, aunque también es verdad que otros estudios reflejan que es el ejercicio físico el determinante fundamental de la acreción ósea”, señala, y afirma que, “algunos datos apuntan a que puede ser, incluso, protector frente al desarrollo de hipertensión arterial. Esto no quiere decir que quien no consuma leche tenga tenga más riesgo de baja mineralización ósea, pero ciertamente, puede ser más difícil llegar a ingerir una cantidad suficiente de calcio y vitamina D mediante otro tipo de alimento”.
El 1 de junio es el Día Mundial de la Leche, y por este motivo Bayer ha puesto en marcha por tercer año consecutivo la campaña #EsLaLeche, para promover el consumo de este alimento entre la población.