El riesgo de suicidio se dispara en las personas que han sido hospitalizadas por un problema de salud mental
En mujeres que han sido ingresadas en un centro hospitalario por un trastorno mental, el riesgo de suicidio es 48 veces más alto que en la población general femenina. En hombres en la misma situación, el riesgo es 28 veces más alto, según un estudio del Instituto de Investigación que publica JAMA Network Open
El riesgo de mortalidad prematura, es decir, de morir antes de los 70 años, también es más elevado en las personas ingresadas por un trastorno mental. Este colectivo tiene casi ocho veces más riesgo de mortalidad que el resto de la población.
Las mujeres que han sido ingresadas en un centro hospitalario por un trastorno mental tienen un riesgo 48 veces más alto de morir por suicidio que las mujeres en la población general. En el caso de los hombres, el riesgo es 28 veces más alto, como revela un estudio del Grupo de investigación en Servicios Sanitarios del Instituto de Investigación del Hospital del Mar que ha publicado la revista JAMA Network Open. En relación con la mortalidad prematura, aquella que se produce por diversas causas antes de los 70 años, el riesgo es 7,5 veces más alto en hombres y 7,7 veces en mujeres. Unos datos que llevan a los investigadores a apuntar la necesidad de mejorar los procesos de atención sanitaria de las personas ingresadas por problemas de salud mental una vez reciben el alta de los centros hospitalarios.
El trabajo se ha basado en datos de casi 50.000 personas hospitalizadas por un trastorno de salud mental entre los años 2014 y 2018, consultadas a través del Programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (PADRIS) de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS) y en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El 53% eran hombres y la edad media al alta hospitalaria, 44 años. Del total, 2.260 personas, el 4,6%, murieron prematuramente durante el seguimiento, llevado a cabo hasta finales del 2019, 437, el 1%, murieron por suicidio, y 4.752, cerca del 10%, sufrió un episodio de autolesión no letal. Una de cada cuatro personas ya había tenido una hospitalización psiquiátrica previa en los seis años anteriores al periodo estudiado.
Estos datos llevan Jordi Alonso, coordinador del Grupo de Servicios Sanitarios del Instituto de Investigación del Hospital del Mar a apuntar que “a pesar de que la cifra absoluta de suicidios es pequeña, solo el 1% del total, la magnitud que hemos observado sugiere que el suicidio es una de las maneras en que se expresa la mortalidad elevada en las personas con trastorno mental”.
Diferencias entre hombres y mujeres
Los trastornos más prevalentes en la población analizada son la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, trastornos relacionados con el consumo de drogas y con el alcohol, depresión y trastorno de personalidad. Pero el estudio revela diferencias entre hombres y mujeres en relación con el riesgo de suicidio posterior al alta hospitalaria. Los investigadores apuntan que el riesgo de suicidio proporcionalmente más elevado entre mujeres, en comparación con la población general femenina, puede deberse a dos factores simultáneos, a una mayor demanda de atención sanitaria por parte de las mujeres y a un infradiagnóstico de la depresión en los hombres. En ellas, era más alto en los casos de ingresos hospitalarios por trastorno bipolar y depresión, mientras que, en ellos lo era en los casos de trastornos adaptativos, es decir, aquellos causados por situaciones de estrés externas a la persona, y depresión. En ambos colectivos hay relación con las autolesiones no letales después del alta hospitalaria. El hecho de que haya más muertes por suicidios entre mujeres contrasta con la situación en la población general, donde se producen más entre los hombres. En relación con este hecho, el Dr. Alonso añade que “se tendrá que tener en cuenta que en las mujeres el riesgo de suicidio es más elevado en la población que ha vivido un ingreso hospitalario por un trastorno psiquiátrico a la hora de definir estrategias de prevención y atención personalizadas”.
Víctor Pérez, firmante del trabajo y jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar, apunta la importancia del estudio. “La enfermedad mental es uno de los principales factores de riesgo para la conducta suicida, un 90% de las personas que se suicidan tenían un diagnóstico de enfermedad mental. Este riesgo crece cuando la enfermedad es grave y requiere un ingreso hospitalario”, añade.
En relación con la mortalidad prematura, los trastornos más habituales, tanto en hombres como en mujeres, eran los trastornos cognitivos, el 6,3%, como la demencia o el delírium, y el trastorno por consumo de alcohol, superior al 24% del total de la población estudiada. Un hecho que lleva al primer autor del artículo, el investigador del Hospital del Mar, Philippe Mortier, a enfatizar que “hay que pensar intervenciones preventivas para evitar las muertes derivadas por el consumo de alcohol en esta población”. En este sentido, apuesta por el desarrollo de herramientas con machine learning e inteligencia artificial que permitan crear modelos predictivos personalizados.
Por todo ello, Mortier defensa que “hay que integrar los servicios de salud mental con los médicos. En esta población se necesita un abordaje multidisciplinario, que vaya más allá de la atención a la salud mental”. En este sentido, añade que el estudio sugiere que “los individuos que reciben el alta de una hospitalización psiquiátrica son una población vulnerable a la muerte prematura y a las conductas de riesgo suicida”. M.T.T./L.D.B. (SyM)