El diagnóstico precoz de cáncer de pulmón puede suponer una supervivencia del 50%
El TAC de baja dosis permite realizar diagnósticos precisos, tempranos y sin comprometer la salud del paciente
Sofía Larrucea
“El cáncer de pulmón es una enfermedad que suele diagnosticarse tarde, cuando las opciones terapéuticas ya son reducidas y, por lo tanto, el pronóstico es pobre”, advierte Antonio Luna, director médico del grupo Health Time, uno de los centros de diagnóstico por imagen pionero en investigación e innovación en nuestro país. La mayoría de los tumores se detectan en estadios avanzados, y presentan una supervivencia a los cinco años menor del 5%, mientras que, si son diagnosticados en fases tempranas y tratados a tiempo, la supervivencia puede llegar al 75%. A pesar de ello, hasta ahora, la dosis de radiación que emitían los equipos de tomografía computarizada (TC), hacía que la realización de programas de screening fuera controvertido. Realidad que, no obstante, ha dado un vuelco. Ahora, los nuevos sistemas de TC de ultra-baja dosis, hacen posible llevar a cabo programas de seguimiento dirigidos a población de riesgo, y permiten detectar el cáncer de pulmón en estadios tempranos y reducir la mortalidad por este tipo de cáncer. Tal y como demostró el Estudio Nacional de Exámenes de Pulmón (NLST, sus siglas en inglés), realizado en EE.UU, el uso del TC en los programas de screening redujo las muertes por este tipo de cáncer entre una población de fumadores en un 20%, en comparación con el uso de rayos X de tórax como herramienta diagnóstica.
“Estamos ante una enfermedad que es muy grave, donde el grupo de alto riesgo está muy definido y donde, además, tenemos una arma de imagen que reduce la mortalidad”, señala el especialista Antonio Luna, también profesor clínico asociado del departamento de radiología de la Case Western Reserve University de Cleveland, en Ohio. Efectivamente, el grupo con alto riesgo de desarrollar este tumor está muy detallado. Concretamente, aquellas personas que tienen entre 55 y 74 años, que han fumado durante más de 30 años un paquete al día o equivalente (por ejemplo, 15 años fumando dos paquetes al día) y que son fumadores en la actualidad o lo han dejado en los últimos 15 años, son personas con alto riesgo de padecer cáncer de pulmón. Un colectivo considerable también en nuestro país al saber que, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC)), la edad media de iniciación en el tabaco es a los 13 años. Una realidad que puede provocar graves consecuencias en la salud pública pero que, gracias, en gran parte, a las técnicas de TC de baja dosis, puede prevenirse su gravedad. “Ya no sólo somos capaces de ver la morfología de la lesión, sino que también podemos observar la función”, explica el experto Antonio Luna. Es por ello que, añade, “no sólo podemos realizar diagnósticos más precoces, sino que además podemos saber si el tumor en cuestión está teniendo respuesta a los nuevos tratamientos oncológicos a través de varios biomarcadores funcionales de imagen, y no sólo observando si ha disminuido de tamaño”.
De momento, la implementación de los programas de cribado poblacional con técnicas de baja dosis ya están instaurados en algunos centros específicos de Estados Unidos, donde los beneficios no han tardado en aparecer. En Europa, sin embargo, aún se están estudiando las vías para hacerlo compatible, entre otros aspectos, con la situación económica de los sistemas sanitarios. Aunque, no hay que olvidar que, tal y como concluye Antonio Luna, “los gastos derivados de aquellos pacientes que se tratan en estadios avanzados también son elevados”.