Crear valor con las tecnologías médicas
Silvia Ondategui-Parra, Socia Life Sciences de EY
A pesar de los crecientes retos que plantea la sanidad del futuro, vivimos una oleada de operaciones corporativas, salidas a Bolsa y megafusiones que la industria no veía desde hace una década.
La industria farmacéutica, y también la biotecnológica, registran crecimientos de doble dígito en los mercados extranjeros. Una tendencia positiva que, desgraciadamente, no se está dando de igual modo en el sector de las tecnologías médicas. Según un reciente informe elaborado por EY, el sector de las tecnologías médicas registró crecimientos de ingresos de un solo dígito en el ejercicio fiscal que concluyó el pasado junio. De hecho, la evolución de prácticamente todos los indicadores del sector se mantuvo por debajo del 10%. Cabe destacar, sin embargo, que el sector sí que ha protagonizado una oleada sin precedentes de salidas a Bolsa y una positiva actividad en fusiones y adquisiciones. Las firmas de tecnologías médicas han sabido aprovechar el interés que tiene la comunidad inversora en el sector de la salud, con hasta 43 salidas a Bolsa en Estados Unidos y en Europa en el último ejercicio fiscal. Estas compañías levantaron 2.300 millones de dólares con estas operaciones, un 57% más que en el ejercicio precedente. Con todo, hay un dato que causa preocupación: desciende el interés del capital riesgo por las tecnologías médicas. Este segmento del mercado sólo captó el 5,9% de los recursos inyectados en la economía por el capital riesgo en 2014. El descenso en los recursos disponibles es especialmente notorio en el caso de las compañías early-stage, y puede poner en jaque el crecimiento futuro de algunas empresas.
Para que el sector gane en dinamismo, las compañías deben hacer un esfuerzo adicional para convencer al mercado de que sus innovaciones constituyen una contribución real a la mejora de la calidad de vida de los pacientes. La única fórmula para conseguirlo es demostrando con datos el valor de sus productos; un ámbito en el que todavía hay mucho por hacer.