¿Cómo se puede regenerar la piel de forma efectiva en heridas complejas?
Un equipo del ICN2 desarrolla unas membranas artificiales bioinspiradas en los mejillones
Quemadura de tercer grado
Las heridas severas de la piel, como quemaduras y úlceras, son muy susceptibles a infecciones, que no solo frenan el proceso de curación, sino que pueden agravar la condición del paciente. Salvio Suárez, investigador del Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2), lidera un equipo que trabaja en un nuevo biomaterial que combina propiedades antimicrobianas con la capacidad de promover la regeneración para abordar estos dos problemas simultáneamente. “Permite un entorno de curación óptimo, libre de patógenos y guía al cuerpo para reconstruir el tejido de manera eficaz, minimizando la formación de cicatrices y mejorando la calidad de vida del paciente”, sostiene.
El equipo del ICN2 ha desarrollado unas membranas artificiales bioinspiradas en los mejillones “por la extraordinaria capacidad de adhesión en condiciones extremas, incluso bajo el agua” de estos moluscos. Sus proteínas adhesivas, explica Suárez, son capaces de fijarse a superficies muy diversas con “una resistencia y durabilidad excepcionales”. Esta propiedad es inestimable en el ámbito médico, ya que permite diseñar membranas que se adhieren directamente al tejido biológico sin necesidad de suturas, grapas o adhesivos adicionales, lo que simplifica enormemente el tratamiento, incrementa su eficacia y mejora la comodidad del paciente.
Los estudios preclínicos están arrojando resultados muy prometedores. “Han demostrado que nuestras membranas no solo poseen una excelente capacidad bioadhesiva al tejido cutáneo, sino también una notable actividad antimicrobiana de amplio espectro contra patógenos comunes en heridas, sin generar resistencia”, avanza el investigador. También se ha observado que estas membranas tienen el potencial de reducir a la mitad el tiempo de curación y minimizar drásticamente el riesgo de infección, lo que representa un avance enorme en el tratamiento de estas heridas complejas. El objetivo es iniciar una primera prueba en un grupo reducido de humanos durante el segundo semestre de 2026. M. Baldomà (LV)