El consumo de yogur se asocia a menor incidencia de ciertos cánceres colorrectales
Se han observado tasas más bajas de cáncer de colon proximal positivo a ‘Bifidobacterium’ cuando el consumo de este alimento es prolongado en el tiempo.
Con proteínas muy útiles para el ser humano y con una mayor digestibilidad que la leche, el yogur es además una buena fuente de vitaminas del grupo B y A, así como de minerales como el calcio, fósforo, magnesio y zinc. Uno de los mayores valores de yogur y de las otras leches fermentadas es su valor probiótico debido a las bacterias que contienen, según datos de la Fundación Española del Corazón.
Numerosos trabajos científicos han observado sus beneficios. Se sugiere que el yogur, que contiene cepas vivas de bacterias, protege contra muchos tipos de enfermedades -quizás porque ayuda a producir de forma natural ciertas células del sistema inmunitario-, e incluso numerosos informes indican que podría reducir el riesgo de cáncer colorrectal, posiblemente por el aumento del número de bacterias beneficiosas en el intestino que ayudan a eliminar sustancias tóxicas y carcinógenas.
Los cambios que se producen en el microbioma intestinal a través del consumo durante largo tiempo de yogur y su potencial influencia frente al tipo de cáncer citado han sido estudiados más detalladamente por investigadores del Brigham and Women’s Hospital y del Hospital General de Massachusetts, entidades que conforman el Sistema de Atención médica Mass General Brigham, ambos en Boston, Estados Unidos. En su análisis, han descubierto que el consumo de yogur mantenido en el tiempo puede proteger contra el cáncer colorrectal al promover cambios beneficiosos en el microbioma intestinal.
Utilizando datos de estudios que han seguido a los participantes durante décadas, los investigadores han descubierto que el consumo a largo plazo de dos o más porciones por semana de yogur estaba relacionado con tasas más bajas de cáncer colorrectal proximal positivo para Bifidobacterium, una especie bacteriana que se encuentra en el yogur. El estudio mostró que esta especie bacteriana era bastante común: alrededor del 30% de los pacientes con cáncer colorrectal tenían Bifidobacterium detectable en su tejido tumoral, segun los resultados que se publican en Gut Microbes.
Según Shuji Ogino, jefe del Programa de Epidemiología Patológica Molecular en el Departamento de Patología del Brigham and Women’s Hospital, miembro fundador del sistema de atención sanitaria Mass General Brigham, y uno de los autores del trabajo, los datos aportan “evidencias únicas sobre el beneficio potencial del yogur”. Ogino, que también es profesor de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, considera que el enfoque del equipo es intentar vincular las dietas a largo plazo y otras exposiciones a una posible diferencia clave en el tejido, como la presencia o ausencia de una especie particular de bacteria. “Este tipo de trabajo detectivesco puede aumentar la solidez de las pruebas que vinculan la dieta con los resultados de salud”.
Casos documentados
Los investigadores, del grupo Optimisticc, utilizaron datos de dos estudios de cohorte prospectivos realizados en Estados Unidos, conocidos como el Estudio de Salud de Enfermeras (NHS, por sus siglas en inglés) y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (HPFS, por sus siglas en inglés). En ellos, se ha seguido a más de 100.000 enfermeras tituladas y 51.000 profesionales de la salud, respectivamente.
Los participantes han seguido desde 1976 para el estudio NHS y desde 1986 para el HFPS, respondiendo cuestionarios repetidos sobre factores de estilo de vida y resultados de enfermedades. Se incluyeron preguntas sobre la ingesta diaria promedio de yogur natural y saborizado, así como otros productos lácteos. Los investigadores también evaluaron muestras de tejido de participantes con casos confirmados de cáncer colorrectal, midiendo la cantidad de ADN de Bifidobacterium en el tejido tumoral.
Los investigadores encontraron 3.079 casos documentados de cáncer colorrectal en las dos poblaciones de estudio. La información sobre el contenido de Bifidobacterium estaba disponible en 1.121 casos de cáncer colorrectal. Entre ellos, 346 casos (un 31%) fueron positivos a Bifidobacterium y 775 casos (69%) fueron negativos a Bifidobacterium.
Los investigadores no observaron una asociación significativa entre el consumo de yogur a largo plazo y la incidencia general de cáncer colorrectal, pero sí vieron una asociación en los tumores positivos a Bifidobacterium , con una tasa de incidencia un 20% menor para los participantes que consumían dos o más porciones de yogur a la semana. Esta tasa más baja fue impulsada por una menor incidencia de cáncer de colon proximal positivo a Bifidobacterium, un tipo de cáncer colorrectal que se presenta en el lado derecho del colon. Los estudios han encontrado que los pacientes con cáncer de colon proximal tienen peores resultados de supervivencia que los pacientes con cánceres distales.
Tumores específicos
Tomotaka Ugai, del Departamento de Patología del Brigham y del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, señala que desde hace tiempo se cree que el yogur y otros productos lácteos fermentados son beneficiosos para la salud gastrointestinal. “Nuestros nuevos hallazgos sugieren que este efecto protector puede ser específico para los tumores positivos para Bifidobacterium“. No obstante, señala que se necesitan más investigaciones que reúnan tanto la ciencia básica como los estudios de salud de la población para llegar a una conclusión definitiva.
“Este artículo se suma a la creciente evidencia que ilustra la conexión entre la dieta, el microbioma intestinal y el riesgo de cáncer colorrectal”, señala Andrew T. Chan, jefe de la Unidad de Epidemiología Clínica y Traslacional del Hospital General de Massachusetts, quien apostilla que “nos brinda una vía adicional para investigar el papel específico de estos factores en el riesgo de cáncer colorrectal entre los jóvenes”.
El equipo de Ogino, el Optimisticc, una iniciativa de investigación cofundada por Cancer Research UK y el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, tiene como objetivo transformar la comprensión de cómo el microbioma contribuye al desarrollo de la enfermedad, su progresión y la respuesta al tratamiento. Como parte de esto, el equipo de Ogino analiza y define los factores de riesgo y las exposiciones ambientales que las personas encuentran a lo largo de la vida y que están detrás del aumento del cáncer colorrectal de aparición temprana y, en última instancia, desarrollar estrategias para reducir la carga de este tipo de cáncer. R. Serrano (DM)