Síndrome coronario agudo: la malnutrición duplica el riesgo de muerte
Un estudio español presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, recientemente celebrado, muestra que la mitad de pacientes con síndrome coronario agudo y normopeso presentaba malnutrición.
Este trabajo ha mostrado que casi el 50% de pacientes con síndrome coronario agudo tiene algún grado de malnutrición y que el 11,2% sufre malnutrición moderada-severa, lo que duplica su riesgo de muerte.
Así lo ha hecho público la Sociedad Española de Cardiología que recoge las conclusiones del estudio, liderado por el Servicio de Cardiología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. “El 49,8% de los pacientes con síndrome coronario agudo de nuestro estudio -que recogía datos de más de 5.000 pacientes- presentaba algún grado de malnutrición”, explica Andrea Lizancos, autora de la investigación.
Desequilibrios en la dieta pese al normopeso
Según Lizancos bajo ese término de malnutrición se ha incluido tanto las deficiencias, como los excesos o desequilibrios en la ingesta de energía o nutrientes. “El mismo término cubre tanto la desnutrición; que incluye el retraso en el crecimiento, el bajo peso y las deficiencias o insuficiencias de micronutrientes; como el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta”.
En concreto, los investigadores encontraron una mayor prevalencia de malnutrición entre los pacientes con bajo peso. “Aunque esto es algo esperable, no es un dato desdeñable. Sin embargo, lo que más nos llamó la atención fue que la mitad de los pacientes con SCA y normopeso presentaba malnutrición”, explica Lizancos.
A partir de estos datos, la investigadora advierte que, si bien la nutrición es un aspecto clave en los cuidados del paciente con insuficiencia cardiaca, su relación y necesidad de abordaje en los pacientes con síndrome coronario agudo está aún por esclarecer. “Nuestros resultados informan sobre su prevalencia e indirectamente sugieren un potencial beneficio de su optimización en pacientes que así lo precisen. Aunque hacen falta estudios experimentales para cuantificar este beneficio, consideramos que una optimización a dicho nivel ayudaría a un abordaje más integral del paciente” con síndrome coronario agudo, concluye. DM