¿Es posible tratar la disección aórtica de forma eficaz?
La disección aórtica es un desgarro que se produce en la arteria aorta y que pone en peligro la vida de la persona que la sufre. Se estima que cada año entre 3 y 12 personas de cada 100.000 sufren esta afección, que sobre todo afecta a individuos con hipertensión, fumadores y mayores de 55 años, así como a pacientes con enfermedades genéticas del tejido conectivo. Lamentablemente, una de cada dos personas muere a consecuencia de ello. A pesar de que existen tratamientos para esta enfermedad, o bien son muy invasivos y comportan también una elevada mortalidad; o bien son menos invasivos pero suponen problemas a medio plazo que requieren volver a someter al paciente a una nueva intervención quirúrgica.
Investigadores del Institut Químic de Sarrià (IQS), liderados por Jordi Martorell, al frente del grupo de ingeniería vascular y biomedicina aplicada, han desarrollado y patentado un parche adhesivo, reabsorbible, que imita las propiedades mecánicas de la arteria y promueve su regeneración. Se deposita en el vaso sanguíneo mediante un catéter, de forma mínimamente invasiva, y se engancha contra el agujero. “Se integra mecánicamente y tiene una microestructura que permite a las células de alrededor colonizarlo para ir reconstruyendo la aorta”, explica Martorell, que ha fundado la startup Aortyx para explotar el conocimiento generado en el proyecto.
Ahora comenzarán los ensayos con animales, en concreto en ovejas, en las que probarán si el parche aguanta tres y seis meses, y se integra bien en la aorta. Ya han demostrado que no es tóxico, ni provoca trombos ni rechazo también en ovejas durante al menos siete días. También, y en paralelo, ahora empezarán todas las pruebas regulatorias para poder comenzar ensayos clínicos en humanos dentro de un año. “Queremos estar implantándoselo a un paciente en el 2022 y en el 2025 podríamos conseguir la aprobación regulatoria”, afirma Martorell. Cristina Sáez