La Covid-19 eclipsa a la enfermedad cerebrovascular
Los ingresos por ictus han caído en un 30% durante el primer mes de confinamiento.
Por Sandra Pulido.
La reorganización asistencial centrada casi en tu totalidad en la Covid-19 durante el último mes podría estar teniendo ya consecuencias devastadoras en el resto de patologías. Es el caso de la atención neurológica urgente y el tratamiento adecuado en las Unidades de Ictus.
Según los datos obtenidos de una encuesta que la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha llevado a cabo en 18 hospitales de 11 comunidades autónomas españolas, en el mes de marzo podría haberse reducido hasta en un tercio el número total de ingresos por ictus respecto al mes anterior (febrero de 2020).
“La atención a la epidemia nos ha obligado a reorganizar los equipos de neurología y esto tiene consecuencias en los pacientes ambulatorios”, explica David Ezpeleta, secretario de la Junta Directiva de la (SEN). “Por vía telemática hemos atendido a los que necesitan una atención más continuada para intentar minimizar el daño lo máximo posible”, añade el especialista.
Sin embargo, la preocupación de los neurólogos en estos momentos está puesta en la enfermedad cerebrovascular. Según los datos, los ingresos con enfermedad cerebrovascular aguda habrían caído un 30 por ciento con respecto al mes anterior, y los ingresos por fibrinólisis intravenosa presentan una reducción del 38 por ciento.
“Somos conscientes de que algunas enfermedades han tenido una caída muy importante en la atención. Pero son enfermedades que siguen existiendo y siguen teniendo cuadros neurológicos graves que se pueden beneficiar de las nuevas terapias y de los Códigos Ictus’, que siguen activados, incide Ezpeleta.
Las nuevas medidas terapéuticas, si son administradas en las primeras horas, aumentan considerablemente la probabilidad de recuperación neurológica: la probabilidad de fallecer o quedar con una discapacidad grave pueden reducirse a la mitad.
“Ante síntomas que pueden ser considerados menores, como puede ser el adormecimiento de la mano, el paciente decide quedarse en casa por miedo de ir a urgencias. Del mismo modo, los ictus de mayor intensidad puede que se hayan llevado con un mayor retraso en los centros hospitalarios”.
Apertura “gradual” de consultas
El neurólogo explica que se han visto afectadas tanto los eventos agudos como las enfermedades crónicas. “Las consultas están cerradas y se espera que a medida que se salga del confinamiento se abran las consultas de forma gradual“, señala el especialista que puntualiza que hay que evitar los confinamientos en las salas de espera.
“A media que descienda la curva y se vayan abriendo las consultas, cada centro tendrá que tomar medidas específicas”, concluye. Sandra Pulido.