La radiación solar que se recibe en los primeros 18 años supone el 80% de la radiación que vamos a recibir en el resto de nuestra vida
Saber cómo tenemos que proteger nuestra piel del sol nos puede librar de un diagnóstico de melanoma cuando seamos mayores
Redacción
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Ésta tiene memoria y recuerda las horas de sol y la radiación ultravioleta recibida a lo largo de la vida, un factor de alto riesgo para el desarrollo del melanoma.
Bajo el término “melambrilla”, protégete del melanoma bajo la sombrilla, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), ofrece unos prácticos consejos que tienen como objetivo evitar lesiones en la piel que puedan convertirse en un melanoma a medio o largo plazo:
- Evitar la exposición al sol entre las 12 y las 16 horas
- Utilizar sombrillas, sombreros y ropa con colores oscuros para proteger el cuerpo del sol
- Utilizar protección solar con filtros UVA y UVB y con factor de protección alto
- Aplicarse la crema protectora al menos media hora antes de la exposición solar
- Usar gafas de sol que absorban el 100% de los rayos ultravioleta
- No utilizar cabinas de rayos UVA sobre todo antes de los 30 años
- Mirarse los lunares periódicamente, sobre todo los de la espalda
- Renovar las cremas solares cada año