Aumenta la supervivencia libre de progresión en cáncer de vejiga avanzado
Por vez primera, la vinflunina ha demostrado una mejoría en la supervivencia libre de progresión como tratamiento de mantenimiento en cáncer de vejiga avanzado y ha logrado reducir el riesgo de progresión en más de un 40% de los pacientes
Redacción
Los pacientes con cáncer de vejiga avanzado con buena respuesta a la combinación cisplatino-gemcitabina como tratamiento de primera línea aumentan la supervivencia libre de progresión con un tratamiento de mantenimiento con el citotóxico vinflunina al finalizar el tratamiento previo frente a aquellos que sólo hacen seguimiento hasta la progresión, según el estudio MAJA. El estudio, en el que han participado 21 hospitales españoles y 88 pacientes y ha sido liderado por el Grupo Español de Tratamiento de Tumores Urológicos (SOGUG), acaba de ser publicado en The Lancet Oncology, una de las revistas internacionales más prestigiosas en Oncología.
La vinflunina se puede administrar de forma indefinida porque no tiene toxicidad acumulativa y su tolerabilidad es buena
“A pesar de que en España hay una alta incidencia de cáncer de vejiga, se han desarrollado pocos tratamientos de quimioterapia eficaces. Uno de ellos, la vinflunina, tiene la particularidad de que se puede administrar de forma indefinida porque no tiene toxicidad acumulativa y su tolerabilidad es buena”, explica Jesús García-Donas, jefe de la unidad de Tumores Ginecológicos y Genitourinarios del Centro Integral Oncológico Clara Campal y coordinador del estudio.
“Es por ello –continúa el especialista García-Donas–, que decidimos iniciar en aquellos pacientes que habían presentado beneficio en primera línea un tratamiento de mantenimiento con vinflunina en vez de esperar a la progresión, y hemos visto que estos pacientes están más tiempo sin recaer que aquellos que solo hacen seguimiento”.
Para Sergio Vázquez, jefe del servicio de oncología del Hospital Universitario Lucus Augusti y vocal responsable de cáncer de vejiga en la Junta Directiva de SOGUG, “por vez primera, un agente quimioterápico, la vinflunina, ha demostrado una mejoría en la supervivencia libre de progresión como tratamiento de mantenimiento, objetivo primario del estudio. Es muy significativo que haya logrado reducir el riesgo de progresión en más de un 40%, además con una buena tolerabilidad”.
El cáncer de vejiga hasta ahora ha sido una patología huérfana con pocos avances terapéuticos, pero una de las más frecuentes en España, ya que ocupa el quinto lugar en los tipos de cáncer en nuestro país. “Ahora empieza a llegar la inmunoterapia combinada o no con quimioterapia, pero hasta que no tengamos resultados definitivos, tenemos un agente, la vinflunina, que nos aporta algo interesante”, indica el especialista Sergio Vázquez.
Estudio fase II con 21 hospitales y 88 pacientes
El estudio MAJA es un estudio fase II aleatorizado en el que han participado 21 centros hospitalarios españoles y se han reclutado 88 pacientes, tratados con cuatro a seis ciclos de quimioterapia cisplatino-gemcitabina, con beneficio al tratamiento consistente en remisión o estabilización del tumor. En el estudio se compara la estrategia actual de seguimiento de los pacientes hasta la progresión, respecto al inicio de vinflunina trisemanal como tratamiento de mantenimiento tras la finalización de la quimioterapia.
Resultados del estudio MAJA
En cuanto a la eficacia, el 20,5% de los pacientes tratados con vinflunina responde al tratamiento, alrededor del 70% consigue un control de la enfermedad con el mantenimiento con vinflunina y el 50% se mantiene sin evidencia de progresión hasta 6,53 meses después de la finalización del tratamiento previo con cisplatino-gemcitabina. De forma relevante, en algún paciente la enfermedad no progresa hasta once meses tras la finalización del tratamiento previo. Por su parte, en el brazo estándar, el 50% de los pacientes progresa al cabo de 4,2 meses de la finalización del tratamiento con cisplatino-gemcitabina, y el paciente que progresa más tarde lo hace a los 6,64 meses de la finalización del tratamiento previo.
Respecto a la supervivencia, a pesar de ser resultados preliminares, se observa que el 50% de los pacientes tratados con vinflunina está vivo 16,7 meses después de finalizar el tratamiento con cisplatino-gemcitabina, con una supervivencia de 30,3 meses en alguno de ellos. En el brazo estándar, el 50% de los pacientes está vivo a los 13,2 meses de la finalización del tratamiento previo, con una supervivencia máxima de 19,7 meses.
El estudio MAJA ha sido realizado íntegramente por un grupo español
Con estos datos, según el experto García-Donas, se puede determinar “que el uso de un citotóxico como vinflunina de mantenimiento puede ser una estrategia terapéutica válida para los pacientes que han obtenido un beneficio del tratamiento previo en primera línea”. Asimismo, insiste en la importancia de que el estudio MAJA esté realizado “íntegramente por un grupo español en una patología que es prevalente y en la que no es fácil reclutar pacientes. Sólo por haber sido capaz de completarlo ya es un éxito, porque muchos otros grupos lo habían intentado antes y no lo habían conseguido”.
Este trabajo viene a demostrar, concluye García-Donas, que la investigación nacional es factible y de alta calidad, como indica la publicación en The Lancet Oncology, una de las revistas internacionales más relevantes en Oncología; que, modificando la forma en la que utilizamos los fármacos ya conocidos, podemos mejorar los resultados; y que, aunque haya tumores en los que se el desarrollo de los tratamientos ha sido lento durante décadas, esta nueva forma de trabajar en red, de forma cooperativa, está empezando a dar resultados de una forma sólida y rápida.