Estimular las emociones positivas mejora la calidad de vida de los mayores
IÑAKI FERRANDO. La capacidad para mantenerse optimista protege la salud física de las personas mayores y favorece un envejecimiento activo. Es justamente por este motivo por el que los centros de Sanitas Residencial potencian ser optimistas en esta etapa de la vida. Si día a día enseñamos a nuestros mayores a ver el vaso medio lleno, a ser optimistas y a ver las limitaciones propias de la edad con un prisma positivo, estaremos contribuyendo a mantener o mejorar su estado físico y psicológico. Además, estimular emociones y pensamientos positivos puede tener efectos preventivos, con retraso de síntomas en determinadas dolencias, e incluso, curativos, en los que vemos cómo el estado físico o anímico de la persona experimenta una mejoría.
Esta actitud positiva favorece uno de los principales objetivos de los centros de día: mantener el mayor tiempo posible el máximo nivel de autonomía y disfrutar de mayor calidad de vida. Los usuarios encuentran en este espacio la asistencia profesional para cubrir sus necesidades físicas, cognitivas y sociales. Para ello, los centros de día incorporan las últimas tendencias y avances en atención gerontológica.
Un ejemplo es el Centro de Día Sarriá, en Barcelona, que estructura su programación en áreas de rehabilitación, estimulación cognitiva, psicomotricidad, trabajo en grupo, sociabilidad y control de la nutrición y medicación. A través de las sesiones de psicomotricidad, los profesionales trabajan aspectos como el mantenimiento y el incremento de la flexibilidad, la fuerza, el equilibrio, los reflejos y la coordinación para reducir al mínimo el riesgo de caídas y garantizar un correcto estado de bienestar psicofísico. Mientras que, para promocionar una vida activa que mantenga o mejore las capacidades cognitivas existentes, ofrece diferentes talleres y cuenta con distintas dinámicas para todo lo relacionado con la sociabilidad, el trabajo en equipo y el compañerismo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y potenciar la autonomía de los mayores.
Cabe destacar la necesidad de cumplir unos requisitos asistenciales de calidad, con acciones e indicadores concretos que permitan medir y cuantificar el impacto positivo en la salud, pues no hay que olvidar que una asistencia profesional al final repercute en la salud de la gente.
IÑAKI FERRANDO es Director de Comunicación Médica de Sanitas.
Pie de foto: Centro de Día Sarriá en Barcelona.