La pérdida auditiva y su vínculo con la salud mental
El 10,6% de la población española reconoce tener pérdida auditiva, pero solo el 39% de los afectados utiliza audífonos.
En el marco del Día Internacional de las Personas Sordas, los expertos alertan de la estrecha relación entre pérdida auditiva no tratada y problemas de salud mental, especialmente, el bajo estado de ánimo e, incluso, la depresión. Además, añaden “también puede acelerar los procesos degenerativos del sistema nervioso tales como el Alzheimer y la demencia senil, según los resultados de los últimos estudios realizados en estos campos”.
El 10,6% de la población española reconoce tener pérdida auditiva, cifra que se eleva al 12,3% en los mayores de 18 años y que aumenta con la edad, ya que alcanza el 35,8% en las personas mayores de 74 años. Pero solo el 39% de los afectados utiliza audífonos, lo que implica que existe una mayoría de personas que no tiene el tratamiento adecuado. Las principales barreras de acceso a las soluciones auditivas suelen ser, además de las económicas, sociales: percepción de incomodidad y, especialmente, temor al estigma social.
Sin embargo, el 96% de los usuarios de audífonos españoles afirma que, gracias a ellos, su calidad de vida mejora, y el 87% declara sentirse más seguro y confiado al moverse por la calle con audífono. “Las personas portadoras de audífonos presentan un menor riesgo de depresión frente a quienes no reciben tratamiento auditivo, y declaran sentirse menos agotados física y mentalmente, además de reportar una mejor calidad del sueño”, confirman los expertos.
La hipoacusia, o pérdida auditiva, no es solo un problema de comunicación, es un factor de riesgo para el aislamiento social, por eso es tan importante detectarla y tratarla a tiempo, ya que no solo mejora la salud auditiva, sino también la emocional, en las personas que la padecen.
Se recomienda revisiones auditivas periódicas. A partir de los 50 años es importante que sean, como mínimo, anuales y, sobre todo, acudir a un especialista en caso de notar cualquier tipo de molestia en los oídos. “En caso de no escuchar como deberíamos, tenemos que someternos a un test preventivo”, puntualiza.
En definitiva, se aconseja “dar una mayor importancia al sentido del oído, tal como hacemos con la vista, y realizar revisiones periódicas para detectar posibles problemas y adoptar las medidas necesarias para corregirlos”. Ana Mera, farmacéutica (SyM)





















