Control desde las farmacias para medir algunos valores
J.S.LL. Se estima que en nuestro país ya hay unas 6000 farmacias que ofrecen el servicio de Rapid Control. Como bien indica su nombre en inglés, se trata de un servicio que permite, mediante pruebas rápidas y sencillas, medir los valores de algunos parámetros sanitarios y determinar los indicadores de riesgo de los problemas de salud más habituales. De este modo, el farmacéutico actúa como punto clave para, bien tranquilizar al paciente, o bien derivarlo a un médico.
Las diferentes pruebas que pueden hacerse con el sistema Rapid Control son rápidas, sencillas y fiables. Diabetes, riesgo cardiovascular, hiperuricemia, alteraciones hepáticas y renales, así como el sobrepeso y la hipertensión arterial son algunas de tantas las enfermedades que pueden prevenirse en centros tan cercanos como son las farmacias. Y es que no hay que olvidar que en Barcelona, por ejemplo, un ciudadano dispone de una cada 200 metros.
Existen dolencias como el síndrome metabólico, que si bien no manifiesta síntomas ni consecuencias a corto plazo, puede ser un desencadenante para sufrir diabetes o enfermedad cardiovascular. De hecho, se estima que las personas con esta afección tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.
Enfermedades que, no obstante, pueden prevenirse. Se sabe que tener el c-DHL reducido, triglicéridos elevados, padecer hiperglucemia, hipertensión y/u obesidad son algunos factores de riesgo del síndrome metabólico. Todos ellos medibles mediante Rapid Control. De momento no hay ningún registro que contenga un listado de los centros que ofrecen los servicios de este sistema, pero éstos se reconocen fácilmente mediante unas identificaciones situadas en la puerta con el distintivo de Rapid Control.